La boda de todos: los grandes magnates hacen negocio con la boda real

 

Los grandes periódicos españoles se han vuelto especialmente monárquicos desde que han encontrado la vía para extraer un saludable rendimiento económico a la boda de SAR Felipe de Borbón y Letizia Ortiz Rocasolano, el próximo sábado 22 en la Catedral de La Almudena. Así, los cuatro diarios madrileños se han lanzado a ofrecer a todas las grandes empresas del país, páginas de publicidad para los suplementos especiales que publicarán el domingo 23. Nadie se atreve a negarse, porque quien más quien menos, considera que tal cosa le acarraría una sospecha fundada de republicanismo o algo similar. En cualquier caso, la negativa está mal vista.

 

El País, por ejemplo, exige 36.110 euros por página, que con un aceptable descuento del 10% se puede quedar en 32.499 euros. Sí, han entendido ustedes bien: 36.110 euros por una página de publicidad. El Mundo de Pedro J. Ramírez sólo pide 22.300 euros por página, pero con un descuento superior, del 15%, se conforma con 15.610 euros. ABC, quizás por su querencia monárquica, ha decidido cobrar 12.500 euros, e incluso estaría dispuesto a dejarlo en 10.625 euros. La Razón pone sobre la mesa 13.449 euros, pero acepta descuentos de hasta el 50% (generosidad planetaria, que le dicen) y se conforma con 6.724 euros con 50 céntimos por página.

 

Así que ya saben: el próximo domingo 23, cualquier lector de Hispanidad puede hacer la cuenta de los millones que Polanco, Pedro J. Ramírez, Bergareche o José Manuel Lara se han embolsado con cargo al regio enlace. Mientras tanto, la Casa Real se niega a ofrecer el presupuesto de la boda, mientras expande, con la ayuda de los agradecidos magnates de la prensa, la idea de que tal pregunta sobre el coste de la boda es antisistema, demagógica y un tanto ordinaria. La Casa Real se niega, y también se niega el Gobierno Zapatero. Así, su vicepresidenta económica no quiere hablar de gastos, y, a título de ironía, afirma que el coste del enlace saldrá de la sección 31 de los Presupuestos del Estado, es decir, la titulada Imprevistos. Al parecer, no se va a necesitar un crédito extraordinario para financiar el enlace.

 

Y los madrileños, especialmente los que viven en casas próximas a la  Catedral de la Almudena, el Palacio Real o el recorrido regio, empiezan a estar un poco hartos de entrar en su casa "con el carnet en la boca", así como de las molestias provocadas por el enlace y por la obsesión por la seguridad. Pero, en la Casa Real no están dispuestos a pedir disculpas por las molestias causadas.

 

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, coordinadora de la logística del enlace, siempre preocupada por el efecto electoral de las decisiones de Gobierno, tiembla ante la posibilidad de un atentado o, simplemente, de un fallo grave de organización durante la jornada. Prefiere que sea el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón quien ocupe el proscenio como organizador de los fastos. Y éste, naturalmente, está feliz con ejercer un papel que le sitúa ante los focos de las cámaras una y otra vez.

 

Pero, eso sí, los editores están felices. "Esto es un chollo", repiten. Los anunciantes algo menos: "Esto es un atraco", sollozan.