El Banco Popular es tan rentable que aburre a un difunto. Lo único nuevo que pude decirse de él es que su fortísima expansión actual no ha ido en detrimento de su rentabilidad. La propia entidad resume lo que ha sido el crecimiento del banco durante el primer semestre:

Los créditos a la clientela del Grupo totalizan 60.593 millones de euros, con un crecimiento del 23,6% en los doce últimos meses y del 11,1% desde el comienzo del año. Estos créditos a clientes representan el 84,8% de los activos totales a esa fecha. El crédito al sector privado residente, que se eleva a 54.253 millones de euros, ha crecido el 24,1% sobre junio del año anterior y representa el 89,5% del total del crédito a la clientela. Por modalidades de inversión, los préstamos hipotecarios, en su mayoría sobre viviendas, crecen un 30,3%, los préstamos y créditos personales (otros deudores a plazo) aumentan un 26,6% y las operaciones de arrendamiento financiero (leasing) lo hacen en un 17,5%..

Con todo, el margen de intermediación del Popular durante el primer semestre creció un 10% respecto al mismo operado o del año anterior, mientras el beneficio bruto lo hacía en un 22,4 (o 696 millones de euros en cifras absolutas). Crece la Rentabilidad Sobre Activos (ROA), la más alta de la banca española, del 1,34 al 1,36. (ver nota completa de resultados)

Con Ángel Ron, el modelo de negocio se mantiene idéntico al de la etapa Luis Valls. De hecho, el modelo popular, banca domestica, no ha perdido vigencia. No necesita fusiones, pues crece aceleradamente a un ritmo anual equivalente al de un banco mediano. Quizás, sólo quizás, habrá que plantease si ese mismo modelo funcionará cuando comience el proceso de fusiones paneuropeas. Por el momento, Ron no se pronuncia al respecto.