Televisa y Venevisión pierden una vez más su gran oportunidad. Las firmas de capital riesgo se hacen con el medio más importante del mundo en lengua castellana. Primará la continuidad: el cubano anticastrista Rey Rodríguez continuará al frente de la corporación con sede en Miami

Los Azcárraga de Televisa y los Cisneros de Venevisión se han quedado con un palmo de narices. A pesar de ser accionistas de Univisión, la mayor cadena de radio y televisión de Estados Unidos en lengua hispana ha ido a parar a un grupo de empresas de capital riesgo lideradas por el editor judío de origen egipcio Haim Saban. El asunto no deja de tener su gracia por el hecho de que dos grandes grupos hispanohablantes hayan perdido su apuesta frente a un editor que no habla castellano (lo mismo ocurría con el editor Jerry Perenchio). Y no sólo eso, sino que quienes acompañan al faraón son un grupo de empresas de capital riesgo, es decir, fondos de carácter especulativo que gestionan las empresas informativas de la misma manera que si fueran un banco o una empresa de embutidos.

En resumen, en Univisión va a haber continuidad absoluta, al frente del equipo ejecutivo continúa el norteamericano de origen cubano Rey Rodríguez. Rodríguez es un gestor prudente y un militante anti-castrista. Eso sí, se ha cuidado muy mucho de significar políticamente a Univisión. Para Rodríguez y para los nuevos propietarios lo mejor es llevarse bien con el gobierno, sea republicano o demócrata. Ha resultado especialmente llamativo que Univisión, destinada a la población hispana, no haya tomado partido en la muy polémica tramitación parlamentaria de la nueva legislación Bush sobre emigración.

Y lo malo es que los perdedores Televisa y Venevisión tienen un contrato de aportación de contenidos para el canal hispano norteamericano que no vencerá en los próximos diez años. Lo de los venezolanos Cisneros es aún peor, dado que el imperio Cisneros está en declive y su mejor negocio es proveer contenidos a Univisión. Lo malo es que los contenidos de Venevisión no son muy apreciados en Miami por su bajísima calidad.

Por último, y tal como informara Hispanidad, Antena 3 y Tele 5 no entran en Univisión, y no sólo porque su oferta partiera de Televisa, la perdedora, sino porque estamos hablando de cifras galácticas: 11.000 millones de euros es un coste muy elevado, incluso para Lara y Berlusconi juntos. En cualquier caso, ya habían perdido su oportunidad.