El empresariado lo tiene claro. La libertad de empresa incluye la libertad de contratación y la libertad de organización. Eso es universal y por la información que tengo, el rechazo de las empresas a la Ley de Igualdad es generalizado, señalaba Cuevas en la mañana de este jueves. El presidente de la CEOE recuerda que los empresarios han hecho un enorme esfuerzo en los últimos años. Desde 1996 se han incorporado al mercado laboral 3 millones de mujeres, la tasa de ocupación femenina ha crecido 10 puntos y el paro ha pasado del 30 a menos del 12%. Hemos hecho nuestra revolución silenciosa señala Cuevas en crítica a la revolución social anunciada por Caldera.

Cuevas enmarca la Ley de Igualdad en la tentación neointervencionista del Gobierno en la que incluye también la ley antitabaco, el código de buen gobierno y la responsabilidad social corporativa. Ese intervensionismo señala Cuevas- presupone que la capacidad de las empresas es infinita, es voluntarista parece que basta con desear una cosa para que se cumpla y es arbitraria busca soluciones simples a problemas complejos.

Dicho de otra forma: la patronal considera que sindicalizar el problema, limitar la capacidad de los empresarios y establecer cuotas además de generar inseguridad jurídica resulta ineficaz. A lo mejor se encuentran con que no han obtenido el objetivo apetecido. Antes de entrar al encuentro, en la sala VIP, la Ley de Igualdad era el asunto estrella. ¿El comentario más escuchado?: No se atreverán.

Además, esto de la seguridad jurídica no es un tema baladí. Según los datos aportados por Cuevas, la inversión cayó en el 2005 a la mitad de lo registrado en el 2002; España pasó en ese período del puesto 9º en el ranking mundial al 19º. Los empresarios extranjeros ven pocas oportunidades de negocio en España, concluye Cuevas. La calidad del entorno institucional y regulatorio seguramente tienen mucho que ver. Según el patrón de patronos no existen normas estables y predecibles en lo relativo a los sectores estratégicos, las fusiones y adquisiciones y el buen gobierno. Pensar que el bien de los mercados y de los ciudadanos pueden no ser el mismo es como pensar que el mercado no está hecho por ciudadanos sino por cucarachas, concluye Cuevas.

Y por si fuera poco, Cuevas lamenta que la CEOE haya quedado al margen de la decisión. Hemos recibido pastillas y el texto nos ha llegado este miércoles. En resumen: Cuevas es partidario firme de evitar toda forma de discriminación, pero es contrario al establecimiento de las cuotas. Y también es contrario de que se practique demagogia. Cuando se dice que las mujeres cobran un 40% menos no se dice que sus condiciones de trabajo son inferiores y que las horas trabajadas son inferiores a las de los hombres.

Y Cuevas lo sabe bien. Por sus manos pasan todos los convenios colectivos firmados en España. Y sólo en unos pocos asegura- se observa una discriminación salarial. ¿Por qué esos pocos son aceptados por la patronal? Esa es una pregunta no respondida por el patrón de patronos.