Al final del proceso, todo el mundo mueve sus fichas, señala Solbes

Este lunes, el PSC lanza un órdago a la grande y advierte que si el asunto de la financiación autonómica no se resuelve, romperán las relaciones con el PSOE y el PSC. Es la enésima advertencia, porque previamente se planteó la desafección de España e incluso se amenazó con no votar los presupuestos del Gobierno. Desde el Ejecutivo se observa el reto con cierta tranquilidad. El PSC será responsable como siempre lo ha sido, responde De la Vega.

Desde Madrid se sabe que en Barcelona se ladra mucho y se ejecuta poco. Saben además que la posición de Chacón y Corbacho quedaría en entredicho si el PSC cumpliera su amenaza. Pero el PSC argumenta que gran parte del triunfo electoral de Zapatero se debe a ellos y que debe de pagar las facturas.

Así las cosas, en la mañana de este martes le preguntan a Solbes sobre el estado de la cuestión de la financiación autonómica. Está en un momento caliente, reconoce Solbes, quien añade que estando al final del proceso, todo el mundo mueve sus fichas. ¿Para cuándo la segunda propuesta del Gobierno para la financiación autonómica? El vicepresidente responde que espera tenerlo listo para antes de fin de año. No está siendo fácil, reconoce. Y es que la actual coyuntura es probablemente la peor posible: tanto los ingresos del Estado como los de las CCAA han caído a plomo. En todo caso se muestra esperanzado de que se pueda alcanzar un resultado político aceptable para todos. Pero los catalanistas están inquietos y preguntan un día sí y otro también qué hay de lo suyo. El pacto De la Vega-Saura ha culminado, los presupuestos se aprueban, se acaba el año, y la financiación sigue 'colgada de algún sitio'.