El coordinador de Jóvenes de IU en la Comunidad de Madrid, Andrés Fariña, ha sido el primero en conocer de primera mano los proyectos de la nueva junta directiva donde además de tener presencia de socialistas, comunistas, verdes, feministas y homosexuales, se han sumado este año representantes de las dos principales centrales sindicales. Llama la atención además que los escogidos como primeros para plantear los objetivos y estrategias hayan sido los comunistas.
No obstante, en los próximos días, la Comisión Permanente se reunirá también con responsables del PSOE y del PP con el fin de definir también con ellos los espacios de encuentro más adecuados y mejorar las posibilidades de comunicación y trabajo. ¿A que suena bonito? Además, el jueves 2, la Comisión Permanente se reunirá con el Defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades y con el delegado del gobierno de la Comunidad de Madrid, Constantino Méndez. Los encuentros proseguirán con reuniones con la presidenta de la Asamblea de Madrid, Concepción Dancausa, el presidente del CES, Francisco Cabrillo; el presidente del Consejo Escolar Regional, José Luis Carbonell y el presidente de la Federación Madrileña de Municipios, Luis Partida, entre otros.
Como remate, el Consejo también aspira con reunirse con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, una reunión que la Comisión Permanente considera esencial para situar en la centralidad institucional y política el trabajo que para los jóvenes y en su representación desarrolla el CJCM. La posición contrasta con lo manifestado en reiteradas ocasiones por el Director General de la Juventud, Antonio González Terol: El CJCM no representa a la juventud madrileña, sino tan sólo a una parte. Y es que sólo 70 de las 400 asociaciones juveniles registradas en Madrid están presentes en el Consejo de la Juventud.
O dicho de otro modo. La Comisión Permanente aspira a una representación jurídico-institucional que no tiene ni jurídica, ni real, ni políticamente. Pero es que además, el Consejo de la Juventud, ha sido desde sus inicios una escuela de formación de jóvenes dirigentes de las izquierdas. Mientras los pijopopulares hacían masters, las feministas, homosexuales, verdes, comunistas y sindicalistas hacían su training en el Consejo. Y con cargo al presupuesto. Y el que quiera saber, que se vaya a Salamanca.
