Financial Times es la referencia intelectual del capitalismo financiero del siglo XXI. Mucho más que Wall Street Journal, porque al diario norteamericano, calificado como la Biblia del capitalismo, le preocupa mucho más lo que el capitalismo tiene de liberalismo, libre iniciativa y defensa de la propiedad privada, que la especulación financiera. Miren por dónde, a FT no le gusta que La Caixa posea y fomente tantas industrias sin ser una SA, que no en vano los antiguos traducían por sociedad sin alma.

Porque el colonialismo financiero de Financial Times adopta la forma de un capitalismo global: lo único que importan son los accionistas, como si empelados y clientes no fueran parte del proceso productivo. Al final, el colonialismo financiero consiste en algo muy concreto : que toda unidad productiva sea una sociedad anónima, y más amplio, por igualmente concreto, que los mercados los mercados de valores sean los que controlen la economía y que la inversión financiera, es decir, especulativa se convierta en parásito de la empresa productiva. Para FT La Caixa no es seria porque ni es SA ni cotiza en Bolsa. Por tanto, los suyos, los mercados de valores no pueden controlarla.

Acusa La Caixa de responder ante empleados y clientes. ¿Es eso malo? El exvicepresidente de General Motors y VW, Iñaki López de Arriortúa afirmaba que la tercera revolución industrial es la revolución de los clientes, y Juan Roig, creador de Mercadona, una de las más pujantes y socialmente responsables empresa españolas, exige a sus directivos y empleados que el cliente sea tratado como el jefe.

Por lo demás, ¿cree alguien que las sociedades anónimas están libres de las presiones políticas? Que se lo pregunten a César Alierta, Manuel Pizarro o Francisco González.

Pero hay más. No olvidemos que la propiedad repartida en millones de accionistas es un atentado a la propiedad privada tan claro como lo es el comunismo o la propiedad estatal de todos los resortes de producción. Al final, los que mandan en las grandes corporaciones no son más que unos yupis treintañeros, gestores de fondos de pensiones y de inversión, que deciden por los verdaderos propietarios, que no son más que los pequeños accionistas o partícipes de sus fondos. Ojo, el propio sistema exige de esos gestores una ganancia rápida, con lo que la tendencia a trocear y destruir empresa corre paralela a su propio quehacer. Recuerden: los empresarios producen, los financieros solamente compran y venden. En esas circunstancias, me quedo con las cajas de ahorros, que no son de nadie: invierten a largo plazo, apoyan el crecimiento de las empresas, la consiguiente creación de puestos de trabajo, etc. Las cajas de ahorros son un modelo, tanto para proporcionar pisos a los particulares como para crear y mantener empresas estratégicas.

No, el modelo de Finacial Times es la especulación permanente hasta el estallido cíclico de la burbuja. Para los capitalistas británicos lo más importante es la City de Londres, de la misma forma que para los capitalistas norteamericanos lo más importante es Wall Street. Reparen en que ni en uno ni en otro mundo se produce nada: sólo se especula con lo que producen los demás, en una rueda que siempre acaba en lo mismo : millones de peces pequeños pierden su dinero en beneficio de unos pocos peces grandes, sean personas o gerentes de instituciones colectivas, precisamente los que trabajan no con dinero propio, sino con el dinero de los demás. Y el dinero de los demás suele ser manejado de forma tan manirrota como el dinero público. Ambos se parecen mucho : no son míos.

En otras palabras, antaño, pongamos en el siglo XIX, si un país no pagaba a la City londinense o simplemente se mostraba reticente a vender sus materias primas a precio de saldo, la City, a través del Gobierno de Su Gloriosa Majestad, le enviaba una cañonera. Ahora, el objetivo es el mismo, pero mucho más civilizado : le asfixia económicamente. Si un país o una empresa no se acomoda a los principios de los mercados, no dispondrá de liquidez y será expulsado al Hades. Seguimos en el colonialismo. Sólo que no se trata de un colonialismo militar: sólo financiero. Para mí que es más eficaz.

Eulogio López