Al parecer, el líder de Unión Democrática de Catalunya y portavoz del nacionalismo moderado catalán en el Congreso, José Antonio Durán i Lleida, es el único miembro de la Cámara que ha caído en la cuenta de que el futuro económico está en el autoempleo.

Durán ha renunciado a la batería de medias que solicitaba del Ejecutivo central para que CiU apoyara los Presupuestos. Al final, lo único que ha pedido es alguna medida de apoyo para autónomos y micropymes, a fin de cuentas responsables de la creación de más del 90% del empleo en España. Sin embargo, no ha sido posible.

En el PSOE afirman que el autónomo, aquel que se busca su propia máquina de facturar, el emprendedor, el pequeño comerciante, tiene mucho más espíritu de empresario que de proletario. Famosa es la frase del ex secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, según el cual no hay nada más reaccionario que el pequeño comerciante catalán.  

Durán ya ha comunicado a sus socios de Convergencia que lo lógico sería votar no a los Presupuestos de Zapatero. Los votos de CiU no son necesarios para la aprobación, pero en Moncloa temen repetir en Madrid, en la primera votación realmente importante, el esquema del Tripartito Catalán: un socialismo casi radical apoyado por grupos radicales, republicanos, independentistas e Izquierda Unida. No, al Gobierno Zapatero le interesa más el apoyo de CiU y PNV que el de ERC. Al menos, en el Congreso madrileño, donde el apoyo de ERC está mal visto por muchos votantes del PSOE.