La vicepresidenta ha contabilizado el tiempo que el Presidente tuvo el pañuelo palestino alrededor del cuell 13 segundos. Muy poco, pero suficiente para que la fotografía corriera por todo el mundo. En público insiste y reitera que se trata de una anécdota, que no quiere polemizar sobre anécdotas cuando hay gente que está muriendo y que la prioridad es desescalar el conflicto, la nueva palabra de moda.

Su discurso, el discurso del Gobierno es claro, transparente y muy equidistante. Condena tajante del terrorismo de Hamas e Hizbulá, reconocimiento del derecho a la legítima defensa de Israel, pero exigencia en la proporcionalidad de de la defensa y exigencia del inmediato alto el fuego por ambas partes. Lo mismo que sostiene el secretario general de NNUU, Kofi Annan y la directora general de derechos Humanos, apunta De la Vega.

Bien. Pero, ¿ayuda la imagen del presidente con el pañuelo palestino a trasmitir a la opinión pública la condena del terrorismo?, preguntamos. La vice insiste en que eso es una anécdota, que se está haciendo un uso partidario de la polémica y que lo importante es frenar el conflicto con urgencia porque está saliendo muy caro en término de vidas humanas. Eso es intolerable, señaló.

Vale, pero ¿y la manifestación convocada por el PSOE contra la guerra? De nuevo otra pregunta incómoda. La vice responde que el rechazo a la guerra forma parte de la voluntad de la mayoría de los españoles que el gobierno respeta y añade que el Gobierno respetará también el derecho de manifestación.