Proseguía Herrera: El presidente arrancó con el reconocimiento de que lo del día 29 fue un error. Y está muy bien, y le honra que reconozca los errores. Confucio dijo que el que ha cometido un error y no lo reconoce comete un error mucho mayor. Cuando se cometen errores también hay que asumir responsabilidades y asumir un cambio para que esos errores no se vuelvan a producir. Todo quedó en fórmulas retóricas para que un pacto de 20 millones de votantes se convierta en un pacto de 40 millones de ciudadanos. No todo ciudadano es votante. No se puede mezclar peras y manzanas. En función de esos tres millones de votantes nuevos va a perder unos diez. Además de la retórica, no informó, no fue transparente, no dibujó un nuevo escenario y dejó en evidencia que estamos donde estábamos pero con dos muertos más.