Que los sindicatos se meten donde no les llaman, no es una novedad. Pero esto ya es mucho. Este lunes, se reunió la dirección de CCOO con representantes de E.ON. Obviamente hablaron del mantenimiento de los puestos de trabajo, cuestión a la que ya se había comprometido la alemana. No quieren comprometerse por escrito, lo mismo que Gas Natural, señala el portavoz de Energía de la Confederación Minero-Siderúrgica, Antonio Camacho, en Intereconomía. Y es que los sindicatos están muy escaldados y no se fían de nadie. E.ON ya prometió el mantenimiento de la plantilla en Gran Bretaña y después fue la noche de los cuchillos largos. Estamos preocupados por los puestos de trabajo, sostiene Camacho.

Pero lo más sorprendente es que el sindicalista no esté sólo preocupado por las cuestiones laborales -que va de suyo- sino por cuestiones que califica estratégicas. Señala que Endesa es una compañía española, que los responsables de E.ON les han dicho que no habría autonomía en la gestión y que por lo tanto habría riesgo para la garantía del abastecimiento. ¿Pero no deberá decidir esto la CNE? ¿Quién es CCOO para realizar juicios sobre estos temas? Y más: Camacho critica la falta de simetría en la operación. O sea, el mismo argumento esgrimido por Solbes y Montilla: E.ON está blindada mientras que Endesa no lo está. ¿No deberá de ser la Comisión Europea quien tome cartas en el asunto? ¿Quién es CCOO para emitir juicios sobre la composición del mapa energético europeo? ¿No será que estos sindicalistas, en el fondo son políticos frustrados?