Sr. Director:

Hoy día 20 de octubre se va a distinguir a Santiago Carrillo con el Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Madrid. Esto ha generado la indignación de media España, al reabrirse las heridas de la guerra civil una vez más, y en las que este señor tuvo un protagonismo especialmente cruel.

Sin embargo, llama la atención cómo la izquierda española ha perdonado a Carrillo, como lo hizo en su día con Pasionaria, los crímenes de estos y otros dirigentes del PCE contra el resto de partidos del Frente Popular en el periodo 1936-1939. Hay que recordar que al iniciarse el conflicto el PCE era el más pequeño de los que formaban el FP. Sin embargo, su infiltración en el PSOE, el apoyo soviético, las purgas al más puro estilo estalinista de los miembros del POUM, los tiroteos en Barcelona contra la CNT en el 38, fueron afianzando el poder comunista, hasta convertir al gobierno republicano en un completo satélite de Stalin. Esta situación se hizo tan insostenible, que el 5 de marzo de 1939, cuando ya Azaña había abandonado a los republicanos a su suerte y había huido a Francia, parte del Ejército republicano, al mando del coronel Casado, con el apoyo de la CNT, el PSOE e Izquierda Republicana, llevaron a cabo una intento de golpe de estado contra el gobierno de Negrín. En Madrid las tropas de Cipriano Mera se hicieron con el control y no tuvieron piedad con Barceló y otros dirigentes comunistas.

Sin embargo, la Historia de ficción que se consume actualmente, hace aparecer a los comunistas, enemigos feroces de cualquier competencia a su partido durante la guerra, como los defensores de la izquierda española

Luis Escobar y Álvaro

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