Aunque Beowulf se inspira en un poema anónimo del s. VI (un clásico de la literatura inglesa) la traslación al cine recuerda mucho más, argumentalmente, a cualquier cómic que narre las gestas de un superhéroe.

   El director de la película, Robert Zemeckis, sigue encantado con la tecnología, de ahí que haya apostado (al igual que hizo en Polar Express) por una técnica denominada "captura del movimiento". Es decir, los actores trabajan en un plató cubiertos de sensores de tal forma que sus movimientos y gestos son captados por un ordenador que de alguna forma los incorporará a su imagen virtual. Les avanzo esta explicación porque lo verdaderamente interesante de esta película es la técnica ya que el argumento deja mucho que desear por su simplicidad y violencia.

    El rey Hroghart gobierna una tierra amenazada constantemente por un monstruo, que le tiene prisionero por el secreto que ambos comparten. A las costas de este país llega un guerrero temerario llamado Beowulf y el rey, con tal de acabar con su maldición, dejará  en sus manos su reino, su corona e, incluso, a su joven y bella esposa. Lo que desconoce el monarca es que Beowulf también será seducido por el monstruo (una bruja marina) y que sobre él caerá de nuevo la maldición.

   Aunque algunos buscarán explicaciones profundas alrededor de Beowulf, un hombre al que la ambición y el poder acabarán consumiendo e, incluso, darán vueltas al tema de la tentación que atenaza a todo ser humano, lo cierto es que la última producción de Zemeckis es fundamentalmente espectacular. Aún más, en la cartelera deberían precisar que, por su  gran violencia, va destinada a un público adulto.

   Beowulf se estrenará en la mayoría de las salas de cine de España en 2D, sólo saldrán 6 ó 7 copias en 3D, que es como realmente tiene cierto atractivo. 

Para: Adultos que les gusten los cómics épicos