Sr. Director:
Es más que significativa la irritación cercana a la histeria provocada en el ala feminista del PSOE y de las ministras, con la miembra Aído a la cabeza, después de que Alfonso Guerra, el antes todopoderoso (el cocinero según él mismo) en el PSOE, calificase a la titular de Sanidad como la señorita Trini, el calificativo ha desatado una apasionada trifulca de corrala.

 

Se aguarda con gran expectación que Guerra se flagele en público y repare el honor mancillado de la doña Trini. ¿Y si no lo hace voluntariamente se lo exigirá Rodríguez Zapatero (ZP)?

Parece que algo grave pasa en el PSOE y no por falta de cargos que ejercer ni de sillas en las que sentarse. Al menos la guerra entre Guerra, las feministas y la señorita Trini así lo dan a entender o al menos así la ha entendido el Sr. Barreda.

Pedro J. Piqueras Ibáñez