El presidente del PP afronta la rebelión de Feijóo, Camps, Aguirre y Gallardón

La gran paradoja del líder del PP: cuando mejor le va en las encuestas más contestado está en su propia casa.  Blesa feliz: a este paso, se perpetúa en Caja Madrid. Con la andanada de Aguirre a favor de González el pacto con el alcalde se vuelve imposible, además de suponer una bofetada de la presidenta madrileña a Rajoy.

El culebrón Caja Madrid se está estudiando en las escuelas de negocios, no lo duden. Capítulo sexagésimo octavo: el secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, asegura que el candidato ideal para presidir Caja Madrid es el vicepresidente Ignacio González y niega que haya un pacto PP-PSOE sobre Luis de Guindos (y sí lo había). Es una manera de escenificar el apoyo de Aguirre a su segundo, a González. Ahora bien, decir esto cuando el tocapelotas Gallardón ha conseguido paralizar el proceso y dilatarlo por lo menos hasta marzo o abril, tiene su enjundia: no se sabe si Aguirre quiere lanzar a González o quemarlo.

Lo que sí está claro es que la presidenta madrileña ha vuelto a retar a Mariano Rajoy: le pone en Caja Madrid a quien preparó el asalto de Rato-Aguirre a la cabeza del partido en el Congreso de Valencia. Sabe que Rajoy se va a negar pero le desafía.

Con el presidente del Partido Popular se está dando una curiosa situación: cuanto mejor le va en las encuestas más se le rebelan en su propio partido. A cuenta de las cajas de ahorros, ya se ha le ha revelado su paisano Alberto Núñez Feijóo, quien exige una fusión de las dos cajas gallegas, no interregional, el alcalde Gallardón, que ha paralizado todo el proceso en Caja Madrid, Aguirre que le recuerda que la caja es suya, por no hablar del valenciano Camps. Al final, Rajoy podría caer por las cajas de ahorros.

Mientras, Miguel Blesa, se frota las manos. El hombre que ha conseguido el más absoluto consenso político: -todos quieren que se marche- se afianza en su sillón gracias al rifirrafe político. Los resultados del tercer trimestre siguen siendo malos, pero Blesa ha ganado tiempo. Ahora el proceso de renovación se retrasa hasta marzo-abril de 2010. A este paso, habrá elecciones en la Comunidad de Madrid antes que cambios en Caja Madrid.

Por cierto Florentino Pérez se lleva a las mil maravillas, tanto con el alcalde de Madrid como con su enemigo, Ignacio González. A él le conviene González en Caja Madrid, porque ACS y el club de fútbol que presiden están endeudados con la entidad hasta las cejas. ¿Cómo consigue llevarse bien con ambos?

Eulogio López

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