Rafael Peñafiel, padre del piloto español herido en Afganistán, insiste en seguir adelante con el caso, apoyado por la AME. El PP no hace guerra del Caso Afganistán por temor a que resucite el asunto del Yak-42. Bono ha creado desde el poder la AUME, una asociación paralela para controlar la representatividad en el colectivo militar. Otro tanto ha hecho con la Guardia Civil.

El ministro de Defensa, José Bono, tenía un verdadero problema con la Asociación de Militares Españoles (AME) creada por José Conde Monge, un teniente coronel retirado, una entidad que en varios lustros de existencia ha logrado hitos tales como lograr en los tribunales- la legalización de una asociación de militares o conseguir que el Gobierno, entonces del Partido Popular, ahora del PSOE, mejorara las condiciones por las que los militares pueden acceder a la propiedad de las viviendas que durante años han utilizado. Y ahora aún resulta más preocupante, porque la AME ha acudido en ayuda de Rafael Peñafiel, el padre del piloto español que sobrevivió al accidente de Afganistán, y que acusa al Gobierno de mentir. Según Peñafiel, su hijo escucho disparos y vio a dos árabes salir corriendo. La Asociación de Militares ha pedido una entrevista con Bono (no les ha concedido entrevista alguna desde que llegó al Ministerio), y amenaza con llevar al Gobierno a los tribunales si no abre una investigación imparcial sobe lo sucedido en Afganistán. Por su parte, el partido Popular no ha hecho del accidente muchos militares no se creen la versión oficial, pero la transparencia en el Ejército es nula, y mucho el miedo a hablar- un frente parlamentario, porque Mariano Rajoy teme que Bono resucite el caso del Yak 42 y del anterior ministro de Defensa, Federico Trillo.

Con todo, Bono lleva mucho tiempo trabajando un cambio en la representatividad de las Fuerzas Armadas. Si quieres marginar a una asociación lo mejor es crear otra. Ni corto ni perezoso, Bono ha impulsado, con el apoyo de la UGT la creación de una Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME). Como alguien dijo que Bono le ha colado una u a la AME.

En pocos meses, la AUME, sin que nadie sepa de dónde ha sacado los fondos, se ha convertido en la asociación elegida por los medios de comunicación, especialmente de la televisión pública y de los progubernamentales, como representante del sector. No sólo eso, Bono también ha impulsado la creación de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, instituto medio civil, medio militar. Al frente de ambas organizaciones, otra casualidad, figura el mismo hombre: el abogado, que no militar, Mariano Casado Sierra, quien, otra casualidad, dirige la asesoría jurídica de los militares unificados y de los guardias civiles unificados.

Se ha dado hasta el equívoco, de un despistado técnico de RTVE, al que le ordenaron entrevistar a la AUME y el pobre, lo que es la buena intención, llamó a AUME. Afortunadamente, alguien le avisó a tiempo, se suprimió la cita con Monge y se entrevistó a Casado Sierra.

La verdad es que José Bono no ha inventado nada. Para ganarse la representatividad de un colectivo, especialmente un colectivo con el que tienes que negociar, o al que puedes necesitar en determinas ocasiones (por ejemplo, tras el accidente de Afganistán) lo que hay que hacer no es infiltrarse en las asociaciones que representan a ese colectivo, pues podría dar con gente honrada. Lo que hay que hacer es crear un colectivo paralelo y darle aire mediático y fondos económicos. Mejor, algo con lo que ganarse la vida. El PSOE hizo lo mismo con los autónomos, un colectivo que cada día se agranda (ya son 3 millones en España) a medio camino entre los empresarios y los asalariados. Surgió una asociación de profesionales y autónomos y enseguida se dio orden al sindicato hermano UGT de crear una organización paralela. A partir de ahí, todo viene rodado, especialmente si se dispone de medios informativos adictos y de dinero, que la representatividad siempre resulta onerosa.

Onerosa pero eficiente. Y así, de Afganistán se ha hablado lo menos posible. Mejor dicho, se habla mucho en los cuarteles, pero poco en lo que ha dado en llamarse sede parlamentaria. Mientras, Bono se niega a recibir a la directiva de AME y al propio denunciante, Rafael Palacios, entre otras cosas porque, como respondió a Hispanidad cuando este diario le preguntó si iba a investigar los datos aportados por Palacios y si iba a recibir a la AME: Nuestro lema es la transparencia, pero los métodos los marcamos nosotros. Es de suponer, que ese nosotros es el ministro de Defensa en plural mayestático.