Carísima y vistosa producción francesa que traslada a la gran pantalla (con personajes de carne y hueso) el conocido cómic de Jacques Tardi que narra las aventuras de su intrépida heroína: Adèle Blanc-Sec. Publicada la primera entrega de la saga, en el año 1976, desde entonces este personaje de ficción ha encandilado a gentes de todas las edades en el país vecino.

Adèle y el misterio de la momia nos hace viajar hasta el año 1911, donde se dan varios acontecimientos paralelos que luego confluirán: al mismo tiempo que,  en el Museo de Historia Natural de París, un pterodáctilo sale volando de su huevo después de millones de años encerrado en su cáscara, a miles de kilómetros, en Egipto, la bella Adèle Blanc-Sec busca la momia del médico de Ramsés II con un objetivo muy claro

Los que no conozcan la personalidad de esta heroína gala de cómic se llevarán una sorpresa agradable porque posee el desparpajo y el encanto de Amélie Poulain unido a un olfato y resolución similares a los que lucía el inconfundible Sherlock Holmes. De ahí que lo que ofrece Adèle y el misterio de la momia es un relato cinematográfico de evasión narrado con un fino humor muy francés y resuelto, en su parte fantástica, mediante elementos visuales imaginativos.

El encargado de llevar a buen puerto este proyecto ha sido el creativo director y productor Luc Besson, últimamente muy centrado en proyectos entretenidos dirigidos a los pequeños de la casa como Arthur y los Minimoys. De hecho,  Adèle y el misterio de la momia agradará, fundamentalmente, a adolescentes y jóvenes que acuden al cine para ver productos ágiles y divertidos.

Para: Los que les gusten los cómics con toques humorísticos