El Gobierno no se atreve a retar al oligopolio informativo

El fiasco económico de RTVE exigía una solución para evitar pérdidas en un momento en el que la publicidad en los medios se encontraba en franca caída. Zapatero ideó un modelo que a primera vista parecía resolver varios problemas en uno. La mitad del coste de la televisión pública sin publicidad estaría financiada por el Estado. La otra mitad se repartiría entre el canon a las operadoras y por las televisiones privadas.

De esta forma se aseguraba la financiación y se satisfacía a las privadas, con las que la pública dejaba de competir por la publicidad. RTVE comenzó a ganar audiencia por sus espacios libres de los molestos anuncios: los espectadores pueden ver una película sin tener que estar pegados cuatro horas al asiento con pausas cada quince minutos. Todos contentos, excepto las telecos. A pesar de todo, de lo que no logró deshacerse la tele pública es de las pérdidas.

Bruselas dio la razón a las compañías de comunicación y declaró ilegal el canon, pero el Gobierno insiste porque volver a la publicidad supondría un reto al oligopolio de los medios.

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui lo dejó bien claro este lunes cuando el presidente de Coca Cola España , Marcos de Quinto le preguntaba sobre una posible vuelta de la publicidad. Recordemos que las empresas también han perdido un medio de gran audiencia en el que dar visibilidad a sus productos. Pero Jáuregui defendió el sistema, que tiene que funcionar más allá de los pleitos jurídicos con Bruselas que el Ejecutivo considera que va a ganar.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com