La bronquiolitis puede aparecer de forma más severa y requerir hospitalización en los bebés prematuros
Como cada año y con la llegada del descenso de las temperaturas, estos días estamos inmersos en plena temporada de bronquiolitis, un periodo que se desarrolla entre los meses de noviembre y marzo, con un pico de incidencia durante las últimas semanas de diciembre y primeras de enero. La Dra. Maria José Lirola, pediatra del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla, la bronquiolitis es la causa más frecuente de hospitalización en el niño menor de un año. Está producida en la mayor parte de los casos por el virus sincitial respiratorio (VRS). De hecho, el 90% de los niños menores de dos años ya ha tenido una infección por VRS; de estos, el 20% desarrollará una bronquiolitis, el 10% necesitará hospitalización y en torno al 2-8% de los niños ingresados precisará de cuidados intensivos.
¿En qué consiste?
Llamamos bronquiolitis al primer episodio de ‘sibilancias’ (ruido respiratorio característico a la auscultación) que ocurre en el niño menor de dos años que en los 3-4 días previos ha presentado síntomas catarrales, tos, mocos, estornudos, asociados o no a fiebre.
La bronquiolitis es la causa más frecuente de hospitalización en el niño menor de un año y está producida en la mayor parte de los casos por el virus sincitial respiratorio (VRS)
Se transmite por el contacto con las secreciones respiratorias de las personas infectadas o con superficies u objetos contaminados por las mismas. Pasa por varias fases: tras el periodo de incubación, 4-5 días, el niño comenzará con síntomas catarrales y a los 2-4 días entrará en la fase de estado de la enfermedad. En esta, debido a la inflamación de los bronquiolos y a la excesiva producción de moco, el pequeño presentará aumento de la tos, dificultad respiratoria (incremento de la frecuencia respiratoria y aparición de hundimiento costal), comerá peor y estará irritable. La duración de esta fase es variable, aunque en la mayor parte de los casos es de unos seis días. A partir de este momento, se inicia la recuperación y la resolución de los síntomas, de tal forma que la duración media de la enfermedad es de unas dos semanas; sin embargo, hay un tanto por ciento no despreciable de menores que se mantendrá sintomático durante 3-4 semanas.
La bronquiolitis puede aparecer de forma más severa y requerir hospitalización en los bebés prematuros (sobre todo los nacidos antes de las 32 semanas), los menores de dos meses y aquellos con cardiopatías congénitas, enfermedades neuromusculares, inmunodeficiencias o enfermedades respiratorias de base.
Tratamiento y recomendaciones
Actualmente, el tratamiento para esta enfermedad es meramente sintomático y aunque se están haciendo investigaciones y avances en este sentido, no se dispone de una terapia curativa.
El uso de fármacos como antibióticos, corticoides o broncodilatadores no se ha demostrado que sean útiles en su tratamiento ni que eviten la progresión de la enfermedad
Por otra parte, el uso de fármacos como antibióticos, corticoides o broncodilatadores no se ha demostrado que sean útiles en su tratamiento ni que eviten la progresión de la enfermedad. El tratamiento se basa, pues, en las medidas de sostén: hidratación adecuada fraccionando las tomas, higiene de vías respiratorias altas y mantenimiento de una postura semiincorporada.
Con estas sencillas medidas, y algunas más como la de evitar fumar en el entorno del enfermo y el mantenimiento de una temperatura adecuada en su estancia, la mayoría de los pequeños podrá manejarse de forma domiciliaria. Aquellos que no se alimenten bien y que presenten un aumento el trabajo respiratorio, necesitarán hospitalización.
Contenido patrocinado por: Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla