El cirujano Michael DeBakey, pionero en cirugía de aorta, a los 97 años sufrió una disección aórtica. Gracias a su autodiagnóstico y a la intervención de sus propios discípulos, sobrevivió, demostrando la importancia de informarse y reaccionar a tiempo.
Y es que esta patología representa una emergencia vital. Se trata de un evento habitualmente relacionado con altas tasas de mortalidad y que no suele identificarse bien por los pacientes, costando en ocasiones llegar al diagnóstico. Por eso, si sientes un dolor repentino y muy fuerte en el pecho o en la espalda, no lo dudes: acude al servicio de Urgencias más cercano que tengas.
“El dolor súbito e intenso, descrito como un "desgarro", es la señal de alarma más característica. Comienza en el pecho y en la espalda, entre las escápulas, con recorrido típicamente descendente hasta la zona lumbar. No cede con reposo ni analgésicos habituales, y reconocerlo rápidamente puede salvar vidas”, alerta el doctor Sergi Bellmunt, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona.
En concreto, explica que la disección aórtica ocurre cuando la capa interna de la aorta, la arteria principal del cuerpo se desgarra y la sangre se abre paso entre sus capas: “Esto debilita la arteria y puede provocar la interrupción del riego sanguíneo a órganos vitales, o bien su rotura completa, convirtiéndola en una emergencia extrema”.
Disección aórtica. El dolor súbito e intenso, descrito como un "desgarro", es la señal de alarma más característica. Comienza en el pecho y en la espalda, entre las escápulas, con recorrido típicamente descendente hasta la zona lumbar. No cede con reposo ni analgésicos habituales, y reconocerlo rápidamente puede salvar vidas
Principales factores de riesgo asociados
Entre los factores de riesgo más importantes destacan la hipertensión no controlada, las enfermedades hereditarias de la aorta, las malformaciones valvulares, los traumatismos graves, y el consumo de drogas como la cocaína, según especifica este experto.
“Aunque es más frecuente en personas mayores de 60 años, los jóvenes con predisposición genética también pueden verse afectados; por lo que se recomienda evaluar a familiares cercanos cuando se detecta un caso”, mantiene el doctor del hospital Universitari Dexeus.
Así, tal y como insiste este experto, el diagnóstico temprano es vital y puede confirmarse en minutos mediante TAC, con la elaboración de una resonancia magnética, o a través de una ecocardiografía.
El doctor Bellmunt subraya que, según la ubicación y gravedad de la disección:
- Si afecta a la aorta proximal o a órganos vitales requiere cirugía emergente, ya sea abierta o endovascular.
- En otros casos, puede controlarse con fármacos, o cirugía endovascular mediante endoprótesis de forma diferida.
La importancia de la prevención
En última instancia, el jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona, Dr. Bellmunt, subraya que la prevención también juega un papel clave.
Entre los factores de riesgo más importantes destacan la hipertensión no controlada, las enfermedades hereditarias de la aorta, las malformaciones valvulares, los traumatismos graves, y el consumo de drogas como la cocaína, según especifica este experto
“Mantener la presión arterial controlada, llevar una alimentación equilibrada, no fumar, evitar drogas y practicar ejercicio moderado ayuda a mantener la aorta fuerte y resistente. En familias con predisposición genética, un seguimiento regular puede prevenir tragedias futuras”, resalta este cirujano vascular.
Al mismo tiempo, destaca que en los últimos años el desarrollo de técnicas endovasculares ha mejorado la supervivencia de los pacientes de forma que, aunque la disección aórtica sigue siendo una emergencia vital, la combinación de cirugía abierta con prótesis endovasculares personalizadas en muchas circunstancias permite tratar casos complejos con menor riesgo quirúrgico y, además, con estancias hospitalarias más cortas.
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