Decíamos tras las elecciones que, efectivamente ganó el PP, pero que los de Feijóo necesitarían pactar con Vox en plazas muy importantes como la Comunidad Valenciana o Extremaduera.

Los resultados del 28-M supusieron el principio del fin del Sanchismo, pero la alternativa está por ver si es mejor. Vamos camino de que se cumpla una semana tras las elecciones y los populares insisten en que prefieren gobernar en solitario y desde Vox recuerdan que sus votos no van a salir gratis. Pero la cosa no queda ahí, el eufórico Feijóo se atreve a 'aconsejar' a los de Abascal, presionarles para acabar con el Sanchismo, exigiendo que Vox "facilite" los gobiernos del PP: "Si Vox quiere derogar el Sanchismo está en disposición de facilitarlo. Si lo que pretende es una cuota de poder, es otra cosa, que lo diga, pero que no interrumpa el cambio".

Feijoo también aconseja a los socialistas, en concreto para que cambien de líder de cara a las generales: "El PSOE necesita un nuevo liderazgo porque Pedro Sánchez se representa a sí mismo". Y es que el gallego ya admitió que estaría dispuesto a pactar con los socialistas si hubiera un relevo para Sánchez. 

Feijóo insiste: "Voy a derogar el sanchismo"Derogar todas las leyes inspiradas en minorías y que atentan contra las mayorías" como "la ley de Memoria Democrática de Bildu, recuperar las penas por sedición y los delitos de malversación y volver a diferenciar entre aprobar y suspender y bajar impuestos". Ni una palabra de la ley del aborto, ni de la ley de eutanasia, ni de la de bienestar animal, ni de la ley trans. 

Por lo que podemos deducir que para Feijóo acabar con el Sanchismo es que Pedro Sánchez no sea presidente, no volver a los principios cristianos del PP, para ello es fundamental que Vox renuncie a sus principios y así el PP puede seguir con sus cumplejos. 

Y eso que hay voces dentro del propio partido que animan a Génova a no tener tantos complejos, como es el caso del ganador por mayoría absoluta y futuro alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, que ha llamado a la formación a "romper muchos tabúes". Albiol es un verso libre y asegura que su triunfo es gracias a haber ido "más allá de sus siglas". 

¿Y Vox? Pues parece que los de Abascal no van a ceder. Así el portavoz en el Congreso del partido, Iván Espinosa de los Monteros, ha sido categórico en su respuesta a los populares: "Si el PP quiere conformar una alternativa, cuanto antes nos sentemos a hablar, mejor. Si el PP lo que pretende es que las cosas no cambien y mantener el mismo rumbo de la izquierda como hasta ahora, pues para eso que no cuenten con nosotros. Tenemos que sentarnos a negociar, pero si no quieren, pues que siga gobernando la izquierda". 

"Les vamos a pedir algo muy radical. Les vamos a pedir que se sienten a negociar. Les vamos a pedir que se sienten a hablar si quieren gobernar. Porque aquellos que entienden de matemáticas entienden que no tienen mayoría casi en ningún sitio y les vamos a tender la mano como hemos dicho que haríamos para formar los gobiernos".

Pero ojo, porque Espinosa de los Monteros asegura que no pone líneas rojas, pero que entiende que deben "representar a los españoles en la proporción en la que se ha votado", sin aclarar si eso va a suponer puestos dentro de los gobiernos, medidas o derogación de leyes. Porque claro, suena muy bien lo de no ir con líneas rojas, pero cuidado, porque si esto supone que Vox va a ceder en sus supuestos principios cristianos a cambio de puestos, es decir, si van a ser más de lo mismo de los que es el PP, para eso, que dejen al PP. 

Habrá que ver hasta qué punto el partido de Santiago Abascal se mantiene firme en sus principios cristianos de defensa de la vida y en contra de la dañina ideología de género. Desde luego, el precedente de Castilla y León o el de la Comunidad de Madrid no invitan demasiado al optimismo.

Y mientras tanto, el PSOE, la extrema izquierda y toda la maquinaria de Moncloa sigue insistiendo: el PP y Vox son lo mismo, la extrema derecha y la derecha extrema, hay que parar la ola reaccionaria.