Decíamos en Hispanidad que el Ayuntamiento de Pamplona era el primer pago de Pedro Sánchez a los vascos a cambio de haberle convertido en presidente votando por él en la investidura. 

Tras el acuerdo, han llegado los elogios a la formación abertzale, por ejemplo, por el polémico ministro de Transportes, Óscar Puente, que salía en defensa de su partido y su Presidente, y aseguraba que la formación liderada por Arnaldo Otegi "es un partido progresista democrático".

Ahora ha sido el turno de la portavoz socialista en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, Miren Gallastegui, durante su comparecencia del representante de Sare, la plataforma de apoyo a los terroristas de ETA, Joseba Azkarraga.

Según Sare, existe una "excepcionalidad" de la situación de los presos etarras en las cárceles, se ve que los 'pobres' sufren mucho encerrados. 

Por lo que Gallastegui aseguró que el compromiso del partido socialista es "la construcción de la convivencia desde la verdad, la memoria y la justicia" porque "el fin últimpo" de las condenas "es la reinserción", además afirmó que "no existe ningún tipo de privilegio ni excepcionalidad", es más, "se producen progresiones de grado y otras modalidades de cumplimiento de penas menos restrictivas, mucho más elásticas, más flexibles y quien quiera decirlo también, más humanas" que "favorecen la reinserción de las personas penadas": 

Gallastegui se sumó a los ataques de Nogueras a los jueces y llegó a aseverar que "Con independencia de que haya algunas resoluciones que nos gusten más o menos, lo cierto es que desde el punto de vista democrático no queda otra cosa que respetar esas resoluciones judiciales, insisto, nos gusten o no nos gusten". 

"Ni una razón de Estado puede ser causa para legitimar la vulneración de derechos humanos", concluía la socialista.