Contábamos ayer en Hispanidad que los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social están en pie de guerra, se han cansado de tantas largas de los ministerios y de luchar contra la precariedad mientras ellos viven en la precariedad, y han escalado el problema. Amenazan con llevar su conflicto a Bruselas, con la presentación inminente de una denuncia ante la Unión Europea, lo que podría acabar con la recepción de fondos europeos. Denuncian falta de personal y medios. 

Con la polémica servida, conviene escuchar esta intervención del diputado Sergio Sayas:

Razón no le falta a Sayas: recordemos que históricamente los ministerios de Trabajo y Seguridad Social siempre han estado unificados, con distintas denominaciones, pero siempre ha sido un único ministerio. Pero en enero de 2020 Sánchez tuvo que empezar a saldar deudas, el Ministerio fue suprimido, repartiéndose sus competencias entre los Ministerios de Trabajo y Economía Social, que fue entregado a los socios podemitas y Pablo Iglesias puso al frente a Yolanda Díaz, y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, donde Sánchez designó a Escrivá, que hasta entonces había sido presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Por lo que efectivamente, se creó un ministerio nuevo, que no es capaz de resolver los problemas, que tiene un atasco monumetal y un personal desantendido.