La sesión del Pleno del Congreso de los Diputados ha girado en torno a la llorona, pero lo principal de este Pleno era la aprobación del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2023

Sánchez ha cedido y mucho, pero lo ha conseguido: 187 votos a favor, 156 en contra y una abstención.

Ahora pasarán al Senado, pero Moncloa pretende que no se presenten enmiendas y puedan salir adelante a principios de diciembre. ERC ha mantenido un falso suspense, Sánchez no necesitaba a los 13 diputados independentistas, pero al final también ha contado con su apoyo, en una nueva muestra de que su coalición con comunistas, independentistas y pro etarras, está más viva que nunca. 

Estos Presupuestos le consolidan, gracias a ellos Sánchez puede acabar la legislatura, aunque sus socios seguirán sacando rédito de su apoyo, evidentemente. Y no sólo eso, Sánchez mantiene su mandato y consigue un balón de oxígeno, llegando al año electoral con los fondos de erario público necesarios para seguir comprando votos.

O dicho de otra forma, estos son los presupuestos que pemiten a don Pedro albergar esperanzas de ganar las próximas elecciones aunque el precio sea terminar de arruinar la economía española. Deuda disparada al 116% del PIB, despilfarro de gasto público, subida de impuestos y aumento de gasto, o dicho de otra forma, caminamos directos hacia la ruina. Y por cuatro años más de mandato, Sánchez y sus socios hipotecan y arruinan a España sin ningún remordimiento. 

En Moncloa están convencidos de que si aguantan estos 12 meses, manteniendo las subvenciones que les consiguen un voto cautivo, Sánchez puede volver a ganar las elecciones en noviembre, y esto no sólo lo piensan en Moncloa: el Ibex apuesta por Sánchez y busca relevo para Feijóo.