Olona está fuera de control y en el Partido andan preocupados. Ha solicitado a Abascal convertirse en la número dos
Decíamos ayer que Vox necesitaba un buen meneo. Se ha convertido en un partido estólido.
Pues bien, el meneo ha llegado aunque no se esperaba que por ese lado. El meneo consiste en que Macarena Olona, número uno de Vox a la Junta de Andalucía, está fuera de control.
Primero acepta irse a Andalucía, pierde y deja de ser imprescindible para el PP. Asegura que se va a quedar en el sur, pero días después anuncia su marcha del Parlamento andaluz y de la política, por razones de salud. Resulta que su salud mejora de inmediato y se va a hacer el Camino de Santiago, convenientemente televisado como si, en lugar de una peregrinación, se tratara de una manifestación itinerante.
En Vox han renunciado a ganar las elecciones: sólo aspiran a ser imprescindibles
Olona está fuera de control y en el Partido andan preocupados. Ha solicitado a Abascal convertirse en la número dos y le han respondido que este partido sólo tiene número uno y muchos números dos. Sólo que a nadie ha gustado la solicitud.
Vox tiene un problema con Macarena Olona, que anda fuera de control. Y era lo único que necesitaba. La última encuesta todavía le mantiene en postura de imprescindible y enturbia el sueño de Feijóo de conseguir mayoría absoluta.
En cualquier caso, Macarena está fuera de control y en Vox no saben qué hacer para librarse de ella. El intento de Olona de convertir la peregrinación a Santiago en un banderín de enganche político no ha gustado en el partido.
Lo cierto es que en Vox han renunciado a ganar las elecciones: sólo aspiran a ser imprescindibles. Ese no es buen camino.