La dictadura comunista que Kim Jong-un ha implantado en Corea del Norte no parece un lugar muy saludable para vivir, a juzgar por los casos de deserciones registrados por Corea del Sur en los últimos años.

Así, en 2019 hubo casi 1.000 casos reportados por Seúl, en 2020 fueron 229 y, en 2021, cayó hasta los 63. El año 2022 registró un leve repunte, con 67 casos, aunque aún muy por debajo de las cifras prepandémicas. Aunque ya se ve que la dictadura norcoreana está haciendo todo lo posible por reducirlas.

Y en ese contexto, el Ministerio de Unificación de Corea del Sur informó ayer jueves de que había llegado una embarcación desde Corea del Norte, a través del mar Amarillo, con familias norcoreanas -entre ellos niños- que llevaban navegando desde aquellas costas y fueron interceptados por las autoridades de Seúl poco después de cruzar la frontera, recoge Infobae

La ruta por mar elegida por los refugiados está fuertemente vigilada por la dictadura norcoreana. Así que la ruta más frecuentada por los que quieren huir consiste en cruzar la frontera hacia China -incluso bajo el riesgo de ser deportados- o una travesía más larga, que implica el paso por Tailandia o Mongolia, explica Infobae. 

En cualquier caso, ya se ve que en los países comunistas no hay tortas para entrar sino para salir...