El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez ha viajado a Irak para reunirse con el Gobierno iraquí y, de paso, felicitar la Navidad al contingente de militares españoles, formado por 362 soldados que se dedican a entrenar a tropas iraquíes y a formar parte de la Coalición Internacional contra el Estado Islámico. 

En su reunión con el primer ministro Mohamed Shia al Sudani, Sánchez ha dicho: "El compromiso con la estabilidad y la seguridad de Irak continuará. Mi país, siempre a petición de las autoridades iraquíes, apoyará la unidad, la soberanía y la estabilidad de Irak".  
  
El presidente del Gobierno español ha añadido: "Rechazamos la muerte de civiles, en especial de los miles de niños y niñas que mueren en Gaza, alertamos de las graves consecuencias humanitarias de esta crisis entre la población palestina, reclamamos el fin de las hostilidades y un alto el fuego permanente".

Mientras que los iraquíes han señalado: "El primer ministro (iraquí) ha expresado su agradecimiento por la condena del Gobierno español a la agresión contra Gaza y su apoyo a los esfuerzos para entregar ayuda al pueblo palestino, al tiempo que ha reiterado la importancia de que la comunidad internacional actúe para detener las graves violaciones que tienen lugar en los territorios palestinos". 

Estas palabras y las de Sánchez probablemente no habrán sentado bien a Tel Aviv, porque se parecen mucho a las que le espetó el presidente español al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante su visita como presidente de turno de la UE a propósito del conflicto bélico en Gaza, entre Israel y los terroristas yihadistas palestinos de Hamas, después de que estos, el pasado 7 de octubre, lanzasen una ofensiva contra los israelíes que resultó en el asesinato de unos 1.200 judíos y el secuestro de unos 250.

Desde entonces, la represalia israelí en Gaza ha causado, según algunas fuentes sanitarias palestinas, más de 20.000 muertos y 55.000 heridos.

Aunque este conflicto amenaza con extenderse más allá del actual escenario en el que se desarrolla, a juzgar por las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, quien recientemente aseguró: "Estamos siendo atacados desde siete escenarios diferentes", por parte de distintas milicias islámicas apoyadas por Irán. "En Gaza, Líbano, Siria, Cisjordania, Irak, Yemen e Irán. Y hemos respondido ya en la mayoría de ellos". 

Y es que, según ha trascendido, en Irak y Siria grupos 'proiraníes' han efectuado acciones militares contra territorio israelí. 

Además, el grupo terrorista chií libanés Hezbolá (sucursal de Irán) ha hecho lo mismo desde el Líbano. De hecho, ante el intercambio de misiles entre Israel y Hezbolá, muchos cristianos libaneses se han visto obligados a huir a otras zonas más seguras, cuenta ACN

En lo que respecta a Yemen, el ministro judío de Defensa se refería a los ataques de los hutíes a buques en el Mar Rojo. 

Por todo ello, Galant advertía: "Lo voy a decir de la forma más clara posible: cualquiera que actúe contra nosotros es un objetivo potencial, sin inmunidad para nadie".