Empezamos esta crónica semanal de Hispanoamérica  —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI—  en Perú, para defender el principio no negociable del derecho a la vida.

En ese país, la justicia decidió (en el año 2022) que la mujer Ana Estrada (47 años), enferma de polimiositis, podía saltarse el artículo 112° del Código Penal vigente que prohíbe la eutanasia. De tal manera que la justicia le ha permitido elegir a un facultativo para que le aplique la eutanasia.

Relacionado

El sacerdote y médico Augusto Meloni ha criticado que se utilice el caso de Estrada para manipular “las conciencias”  de los peruanos: “Este caso es parte de toda esa secuela que se vive en muchos países, diríamos, como una pandemia globalizada, donde se produce el oscurecimiento de las conciencias, que manipuladas por la llamada ‘cultura de la muerte’, no celebran la vida sino la muerte. Y este es un caso más”, recoge Aciprensa

La eutanasia y el suicidio asistido suponen traspasar la frontera ética de que la vida es sagrada y ni uno mismo y ni mucho menos un tercero puede disponer de ella. Esa frontera ética está en la conciencia de todas las personas del mundo. Y por eso respeta la ley natural. Pero el Nuevo Orden Mundial (NOM) pretende instaurar en todo el mundo políticas contrarias a la ley natural, como la eutanasia. Y ahora es el turno de Perú...

Nos vamos ahora a México, donde el actual presidente, el ultraizquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), tiene la intención de suprimir los ‘organismos constitucionales autónomos’ con la excusa de que favorecen la corrupción, lo que ha causado gran controversia en el país. 

AMLO no está preocupado por el bajo rendimiento de estudiantes mexicanos en matemáticas y ciencias: eso es un «parámetro neoliberal»

 

Estos ‘organismos constitucionales autónomos’ son entes públicos que desempeñan determinadas funciones de servicio a la sociedad, de manera -en teoría- imparcial e independiente del poder político, como por ejemplo, el Banco de México (Banxico), el Instituto Nacional Electoral (INE) -el mismo que con una aplicación que resultó fallida ha impedido que Eduardo Verástegui pudiera volcar las firmas recogidas en apoyo de su candidatura a la presidencia y por lo que ahora pide a los mexicanos que inscriban su nombre como candidato independiente en la papeleta electoral el próximo 2 de junio-, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). 

Relacionado

Sin embargo, diversos actores sociales se oponen a la idea de López Obrador porque consideran que perjudicaría a la democracia mexicana, como la plataforma ciudadana 'Actívate'; la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); o incluso el cardenal mexicano Francisco Javier Robles Ortega, para quien estos órganos autónomos son “el contrapeso necesario de cualquier democracia”.

Nos vamos a Colombia, donde el año pasado, 2023, más de 37.000 personas con escasos recursos fueron ayudadas por la Iglesia católica. En concreto, por la ‘Diaconía para el Desarrollo Humano Integral’, cuyo objetivo es “contribuir al desarrollo de todas las personas, de modo especial, de los más pobres y vulnerados, reconociendo su dignidad como hijos de Dios”.

Entre esas ayudas figura, por ejemplo, la labor de la ‘Casa La Esperanza’, en la que se albergó a unas 140 mujeres: “En la casa se les brindó alimentación, hospedaje, servicio de lavandería, apoyo psicosocial y espiritual”. Además, la Diaconía distribuyó los sábados una media de 200 comidas y los domingos unos 350 almuerzos a personas necesitadas. 

Relacionado

Asimismo, la Iglesia ayudó a drogodependientes, acompañó a chicas menores embarazadas y atendió a migrantes brindándoles “alimentación, alojamiento, asesoría jurídica y psicosocial, formación en proyectos productivos, entre otros aspectos”.

Y, por supuesto, proporcionó “acompañamiento humano y espiritual” a niños. Esa asistencia espiritual también se brindó a más de 19.000 presos y a sus familiares.