Al padre Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia de la Sagrada Familia, situada en Gaza, el inicio de la guerra entre Israel y los terroristas yihadistas de Hamas (en octubre del año pasado) le pilló de viaje, concretamente en Belén.

Ahora, el sacerdote de nacionalidad argentina ha regresado a Gaza, en una valiente decisión que ha explicado a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN): «Quiero quedarme aquí porque esta es mi misión». «Si bien es posible que me llamen a servir en otro lugar en el futuro, estoy convencido de que, por ahora, mi deber como sacerdote y párroco es estar aquí, ofreciendo ayuda en todas las formas posibles».

El padre Gabriel lamenta «la pérdida en la comunidad cristiana de 36 personas, 20 de las cuales murieron debido a los bombardeos del ejército israelí o a los disparos de francotiradores. Los demás sucumbieron, principalmente a la falta de medicamentos. Perdimos a un niño del orfanato de la Madre Teresa. Así que sí, es doloroso, pero al mismo tiempo, sabemos que están con Dios. Están presentes en el Cielo para interceder por la paz, la justicia y el perdón de los pecados, para todos nosotros y para los que están involucrados en la guerra».

El padre Gabriel afirma que «la situación en las ciudades es terrible, sin una sola estructura que no haya sufrido daños. Aquí en la parroquia, tenemos alrededor de 500 refugiados. De ellos, alrededor de 50 personas, están bajo el cuidado de las Hermanas de la Madre Teresa, principalmente niños. Además, brindamos asistencia a miles de personas en el vecindario, ofreciendo agua, alimentos y medicinas”.

Y concluye: «Yo no soy un salvador. Nuestro Salvador es nuestro Señor Jesucristo, pero siento que aquí, al menos, puedo hacer algo para no dejar a nadie atrás y sembrar un poco de justicia y paz. Debemos alzar la voz por la justicia, la paz y la liberación de las personas privadas de libertad. Necesitamos la entrada de ayuda humanitaria para curar a los miles de heridos y para que los desplazados regresen a sus hogares dentro de la Franja de Gaza. De la misma manera, las miles de personas desplazadas del norte de Israel deberían poder regresar a sus hogares».

Tras el anuncio de reconocimiento del Estado palestino por parte de Pedro Sánchez, el Gobierno israelí se encuentra visiblemente irritado, hasta el punto de que hoy, su ministro de Exteriores, Israel Katz, aseguraba en la red social X: A "aquellos que nos hacen daño, nosotros les haremos daño en respuesta".

No hace falta que lo jure. Porque también hoy se ha conocido que 50 personas han muerto en Gaza (entre ellas niños) tras un bombardeo de Israel sobre un campamento de desplazados en el noroeste de Ráfah esta madrugada, en el barrio de Tal al Sultan.

Y también en relación a Israel, el Gobierno brasileño de Lula da Silva -que se había manifestado públicamente en contra de Israel- ha expresado su «profunda tristeza y consternación» por la muerte de Michel Nisenbaum, un hombre con la doble nacionalidad brasileña e israelí, que había sido secuestrado por Hamás en octubre pasado.