
El Gobierno de Hungría no ha terminado de perfilar cómo legislará para prohibir las marchas del orgullo de este verano en Budapest, pero todo apunta a que así lo hará. Hace una semana el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, declaró que los organizadores del Orgullo podrían ahorrarse el esfuerzo, ya que el evento supone "una pérdida de dinero y tiempo".
En paralelo, el jefe de gabinete de Orbán, Gergely Gulyas, anunció que se enmendaría la constitución para especificar que el derecho del niño al desarrollo físico, mental y moral "tiene prioridad sobre el resto de derechos, excepto el derecho a la vida". Cuando se le preguntó si esto significaba la prohibición de la marcha del Orgullo, respondió tiene que haber un equilibrio entre el derecho de reunión y los derechos de los niños a un desarrollo saludable.
"De esto se deduce directamente que no habrá Orgullo en el futuro en la forma pública en la que lo hemos conocido en las últimas décadas".
La propuesta, que se espera que se apruebe gracias a la mayoría parlamentaria de Orbán, parece que se confirma tras una entrevista del primer ministro, donde aclaró que su gobierno nunca ha apoyado el desfile, pero que antes "el margen de maniobra no era lo suficientemente amplio" para una prohibición. Al parecer, se mantenía porque el embajador de Estados Unidos encabezaba la marcha.
El ex embajador de Estados Unidos en Hungría, David Pressman, un crítico constante del gobierno de Orbán, participó en muchas de las marchas, pero renunció a su cargo el pasado mes porque Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca. En otras palabras, saltó del barco antes de que lo cesaran.
"Creemos que la marcha del Orgullo por el centro de la ciudad, ahora que el embajador de Estados Unidos ya no puede dirigirla, no debe ser tolerada por el país", añadió. Parece que el gobierno va a presentar una enmienda constitucional para priorizar la necesidad de protección infantil.
No es la primera vez que Orbán defiende sus principios. Desde 2019, la Constitución de Hungría establece que el matrimonio solo es posible entre un hombre y una mujer, y que la madre es una mujer y el padre es un hombre, además se han prohibido que las parejas del mismo sexo adopten. El primer ministro húngaro aprobó la «Ley de Protección de la Infancia», que tiene el objetivo de impedir el adoctrinamiento a los menores con respecto a la propaganda LGTBIQ+ y de cambio de sexo, así como la protección contra la pederastia y la pornografía.
A Ursula y Europa no les gustó nada esta ley porque iba contra su rodillo progresista y Orbán respondió de la forma que más pudo molestar a Bruselas: con la democracia. Sometió a referéndum la ley. ¿Resultado? Más del 90% de los húngaros que votaron a favor de la ley de su primer ministro.
Europa y Úrsula enloquecieron, y tomaron medidas por dos vías: judicial y económica. El proceso sigue en marcha, con este nuevo anuncio las represalias serán aún mayores.