La ultra, fascista, admiradora de Mussolini, representante de la extrema derecha y ultraderechista Meloni triunfa entre los italianos, y ahora, no por lo que promete, sino gobernando. Hace unos meses arrasaba en las regionales, con una victoria en las dos regiones más importantes de Italia, Lombardía, cuya capital es Milán, y Lacio, la región cuya capital es Roma. Lacio y Lombardía son las más pobladas, con unos 16 millones de habitantes y donde se acumula un tercio del producto interior del país transalpino.  

En ambas regiones, la coalición que aglutina a Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia consiguió más del 52% de los votos. A este éxito hay que sumar los resultados de los últimos sondeos donde, a pesar del cambio de líder del Partido Demócrata, Meloni sigue imparable como primera fuerza política en Italia. 

El país tenía una cita electoral este domingo y lunes, los ciudadanos de 41 municipios tenían que acudir a votar en segunda vuelta para las elecciones municipales. La atención se la llevaban las siete capitales de provincia: Vicenza, Massa, Pisa, Siena, Terni, Ancona y Brindisi, además de un centenar de municipios de Sicilia y Cerdeña. Y Meloni lo ha vuelto a lograr: la coalición de derechas, formada por Hermanos de Italia, La Liga y Forza Italia, ha ganado en seis de las capitales y ha arrebatado feudos tradicionalmente de izquierdas como Ancona, capital de la región de Las Marcas. Terni es la única que se resistió y en la que ganó una lista cívica independiente. 

Tanto Meloni como la líder del Partido Demócrata, Elly Schlein, han interpretado los resultados en clave de comicios generales debido a la importancia de los mismos. "Quiero dar las gracias a todos los ciudadanos que han elegido confiar en el centro-derecha premiando nuestro buen gobierno, nuestras propuestas y nuestra concreción", celebró Meloni. "Es una clara derrota. Son elecciones locales, pero demuestran que el viento a favor de la derecha sigue soplando fuerte", se lamentó Schlein. 

Parece que Meloni lo está haciendo bien: ahora los italianos la votan sabiendo cómo gobierna, no sólo por lo que promete electoralmente. Y ojo, que esta es la ola reaccionaria y la ultraderecha que intenta usar la izquierda española para meter miedo de cara a las elecciones del 23 de julio. Parece que a los italianos les va bastante bien con Meloni, por qué será.