Hace unas semanas Ignacio Aguirre analizaba cómo la libertad religiosa estaba en manos del Tribunal Supremo en Estados Unidos. Uno de los casos en los que debía emitir el fallo era sobre la libertad educativa en los colegios públicos, el cual había sido formulado por padres del Estado de Maryland, uno de los más progresistas del país, que luchaban por poder excluir a sus hijos de los materiales escolares de contenido LGTBQ+.

La Corte Suprema se ha puesto del lado de los padres de Maryland, que pedían poder sacar a sus hijos de las clases cuando se usaran esos libros. Los magistrados les han dado la razón, por 6 votos a 3, con el voto discrepante de los tres jueces liberales. Ahora el estado tendrá que respetar la libertad religiosa de los padres y sus decisiones sobre sus hijos. 

El juez Samuel Alito redactó la opinión mayoritaria: "Sin una orden judicial, los padres seguirán soportando una carga inconstitucional en su ejercicio religioso, y dicha carga constituye, sin duda, un daño irreparable", señala el dictamen.

Dede la Casa Blanca, el presidente Donald Trump calificó el fallo como una victoria para los defensores de los derechos de los padres: "Creo que es una gran decisión para los padres. Perdieron el control de las escuelas. Perdieron el control de sus hijos. Y esta es una gran victoria para los padres -dijo".

El mismo día que se emitía ese fallo, la Corte Suprema también dictaba otro, esta vez a favor de una ley de Texas que requiere que los sitios web pornográficos verifiquen que los usuarios tengan al menos 18 años. 

El tribunal se dividió 6-3 por motivos ideológicos y los tres jueces liberales discreparon, una vez más, pero en esta ocasión es curiosa la 'excusa'. Porque ustedes se preguntarán, ¿como pueden votar en contra de proteger a los menores frente a la pornografía?

Pues los progres jueces ven que se debe proteger más a la persona que recurre a la pornografía que a los niños. ¿El argumento? La protección de datos y la libertad de expresión, los jueces progresistas creen que se atenta contra la libertad de los usuarios de la pornografía si les haces identificarse en este tipo de webs con sus datos oficiales para verificar su edad. 

La jueza Elena Kagan dijo que el tribunal debería haber exigido a Texas que demuestre que no hay otra forma de impedir que los menores vean el material que protege mejor los derechos de libertad de expresión de los adultos.

Afortunadamente, la mayoría del Tribunal dijo que la ley de Texas promueve un interés importante: proteger a los niños de contenido sexualmente explícito y no sobrecarga a los adultos porque se basa en "métodos establecidos para proporcionar identificación emitida por el gobierno y compartir datos transaccionales".

Este fallo abre la puerta a que otros estados hagan lo mismo y aprueben leyes que obligen a los usuarios a identificarse para proteger a los menores.