Al nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa, no le tiembla el pulso a la hora de enfrentarse a líderes populistas de izquierdas hispanoamericanos. Se enfrentó con el actual presidente de Colombia, el ultraizquierdista Gustavo Petro. Y lo ha hecho ahora con el presidente de México, también ultraizquierdista, Andrés Manuel López Obrador. 

Y es que este, el pasado 3 de abril, el mexicano realizó estas desafortunadas declaraciones sobre las pasadas elecciones en Ecuador, aludiendo a que la candidata del correísmo (Rafael Correa, ex presidente ecuatoriano izquierdista), Luisa González, parecía que iba a ganar hasta que el otro candidato, Fernando Villavicencio, fue asesinado: "Iba la candidata de la fuerza progresista como 10 puntos arriba (…). Entonces, un candidato que habla mal de la candidata que va arriba, de repente es asesinado, y la candidata que iba arriba se cae y el candidato que iba segundo sube". Estas fueron todas sus palabras:

Lógicamente, estas palabras no han gustado nada al actual presidente ecuatoriano y por ello el Gobierno de este país ha expulsado a la embajadora mexicana, Raquel Serur Smeke, tras declararla 'persona non grata'. 

El gobierno de Ecuador argumentó que “aún vive de luto por este lamentable hecho”.

En cualquier caso, la ola izquierdista y populista hispanoamericana -representada por el brasileño Lula da Silva, el mexicano López Obrador, el colombiano Gustavo Petro o el chileno Gabriel Boric- parece haber encontrado la horma de su zapato en líderes derechistas también hispanoamericanos, como el actual presidente argentino, Javier Milei; el de El Salvador, Nayib Bukele; y el citado Daniel Noboa, de Ecuador. Algo está cambiando en la Hispanoamérica aún roja del momento.

Esto se pone interesante.