Tal y como ha analizado Ignacio Aguirre en Hispanidad, Estados Unidos sufre una de las mayores olas de criminalidad de toda su historia, en 2020, el país sufrió el mayor incremento anual de homicidios desde que existen registros y 233 personas eran asesinadas en el día de la Independencia. 

Con Biden en la Casa Blanca, la situación se ha agravado y la sensación de inseguridad en la primera potencia mundial ha generado un efecto impactante: la posesión de armas entre los estadounidenses ha alcanzado un nivel récord. Así lo acredita una encuesta de NBC News y el Wall Street Journal, que se publica anualmente desde 1999, y que refleja que este año más de la mitad de los votantes estadounidenses, un 52%, declaran que ellos o alguien en su hogar posee un arma. Se trata del porcentaje más alto de la historia desde que se elabora el sondeo.

Este ola de criminalidad están tenido una respuesta muy distinta en los Estados que están bajo mandato republicano y en los territorios donde dominan los demócratas. 

Así, en Estados demócratas, los restaurantes y superm       ercados han confirmado que están implementando una nueva estrategia en respuesta al crimen, planteando la limitación de horarios o contratando más seguridad privada. Algunos establecimientos han echado el cierre y otros se han visto obligados a contratar seguridad privada. 

Por el contratio, en Estados como Florida, gobernados por republicanos, el mandato es bien distinto, como puede verse en las declaraciones de la Polícia del Condado de Santa Rosa. 

Estas dos formas de gestionar el problema, sumado a la alta fiscalidad de los demócratas, el estancimiento económico y las leyes progresistas radicales, están provocando un éxodo masivo de Estados demócratas a republicanos. 

Todo esto ocurre ante la pasividad del presidente Biden, quien apoyó la violencia de grupos radicales para tumbar a Donald Trump..., dio alas a grupos como BLM y Antifa, a los que les debe la Casa Blanca, y ahora ha creado un ambiente irrespirable. La situación se agrava día tras día, caos, anarquía e inseguridad… la América de Joe Biden.