Como hemos venido contando en Hispanidad, los primeros meses en la Casa Blanca del segundo mandato del ya presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están suponiendo una auténtica revolución, con numerosos decretos presidenciales que persiguen poner fin al progresismo radical de la Administración de Joe Biden y Kamala Harris, que llegó a su término el pasado 20 de enero.

Entre tales iniciativas, destacan diversas actuaciones relacionadas con la lucha contra la inmigración ilegal. Fue una de sus grandes promesas en campaña: detenciones y deportaciones. Recordemos que hace unas semanas, dentro de su política de lucha contra la ola de criminalidad y delicuencia que asola el país, tuvo lugar una importante operación en Aurora, en el Estado de Colorado cuando los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas detuvieron a un centenar de presuntos miembros del Tren de Aragua, la megabanda criminal venezolana dedicada al soborno, extorsión, secuestro, robo, hurto, homicidio, narcotráfico, proxenetismo y trata de personas.

Acabar con el caos de la frontera es otro de los retos de Trump: recordemos que con Kamala Harris al frente, el alcalde demócrata de El Paso (Texas) declaró el estado de emergencia, ante la inacción del Gobierno. 

Y parece que las acciones del republicano están empezando a dar sus frutos, o al menos así lo confirmó el reportero Camilo Montoya-Galvez, de CBS, durante un viaje a la frontera entre Estados Unidos y México esta semana, no vio a ningún migrante ni solicitante de asilo en cuatro horas: "Normalmente, cuando se va a la frontera, se ven grupos de personas que intentan cruzar a Estados Unidos, pero no vimos a ningún migrante".

"A pocos metros de México, nuestras cámaras captaron una frontera estadounidense fuertemente fortificada", informó.

"La actividad es muy lenta. Hay múltiples factores que explican por qué hemos visto una disminución significativa en las detenciones recientemente", declaró un agente de la patrulla fronteriza a CBS. "Uno de ellos, por supuesto, son las consecuencias". "Tiene mucho que ver" con las nuevas políticas de Washington, dijo el agente.

"Hay calma aquí en la frontera entre Estados Unidos y México, donde los cruces han disminuido más del 90% en comparación con la misma época del año pasado", dijo Montoya-Galvez. "Hemos visto agentes de patrulla fronteriza, soldados, vehículos y barreras, pero hasta ahora ningún migrante".