No resistió la presión, primero de los mercados, que rechazaron su plan fiscal por no garantizar, según ellos, el pago de la deuda pública y, segundo, de sus propios colegas de partido. Así, la que insistió en seguir en el cargo, presentó este jueves su dimisión en una comparecencia breve, como fue su Presidencia, de apenas 44 días.

"No puedo complir mi mandato". “Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable”, afirmó.

El nombre de su sucesor se conocerá, probablemente, a finales de la próxima semana, en torno al viernes 28. “Deberíamos tener un nuevo líder al mando antes de la declaración fiscal que tendrá lugar el 31 de octubre”, señaló Graham Brady, presidente del Comité 1922, encargado del proceso.

La oposición, por su parte, aprovechó la dimisión para volver a reclamar elecciones anticipadas. “Esto no puede continuar así. Reino Unido merece algo mejor y no puede permitirse más el caso de los conservadores. Necesitamos unas elecciones generales ya”, afirmó el líder de la oposición, Kleir Starmer.

Según los últimos sondeos, el partido de Truss quedaría tercero, por detrás, incluso, de los independentistas escoceses. No parece probable, pues, que vaya a haber elecciones anticipadas.