Este lunes, la comisaria europea de Energía, la estonia Kadri Simson, ha dejado en evidencia el sectarismo energético de Teresa Ribera, en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. Y es que la primera no está ni contra la nuclear ni tampoco contra el gas natural, dos energías que se han incluido en la taxonomía verde europea, mal que le pese a nuestra vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Recuerden que junto a Nadia Calviño, Ribera no dudó en señalar que dicha inclusión “envía una señal confusa a los mercados financieros” y “distraería fondos e inversiones que podrían ir a renovables”. Sin embargo, Simson ha referido que en la Comisión Europea no hay un escenario encima de la mesa de 100% renovables, pues “cada Estado miembro elige su mix energético” y que todos “tienen el compromiso de ser neutros en carbono”. “Algunos han optado por la nuclear y nosotros lo respetamos, pues esta energía proporciona el 15% del consumo energético europeo, y aunque nosotros priorizamos las renovables y la electrificación, hay sectores en que esto es inviable”, ha subrayado la comisaria europea de Energía.

Simson refiere que en “la Comisión Europea nos ocupamos de que si usan energía nuclear, los expertos de seguridad se tengan en cuenta al máximo nivel”, los cuales también asesoran a otros países de fuera de la UE en la construcción de reactores

Eso sí, la estonia no se ha mojado en demasía ante la pregunta de Hispanidad sobre su opinión de que España vaya a cerrar sus centrales nucleares en unos años, a pesar de que es una energía barata que casi no emite CO2 y de que muchos expertos consideran que no se puede descarbonizar sólo con renovables. Simson ha insistido en que “es una potestad de cada Estado miembro” decidir su mix y en que “la Comisión Europea nos ocupamos de que si usan energía nuclear, los expertos de seguridad se tengan en cuenta al máximo nivel”, los cuales también asesoran a otros países en la construcción de reactores (por ejemplo, al vecino Bielorrusia y se han ofrecido a Egipto). Además, ha citado que mientras Bélgica y Alemania están bajando en nuclear, otros como Francia apuestan por continuar con ella o construir nuevos reactores, algo en lo que también está trabajando Polonia para diversificar sus fuentes de energía pues hasta ahora dependía del carbón.

Simson considera que “necesitamos el gas como alternativa al petróleo”, para que Europa sea el primer continente neutro en carbono en 2050 y reduzca sus emisiones un 50% en 2030, después de que “hayamos cambiado del carbón al gas más rápido de lo previsto, reduciendo las emisiones en 2020”. Eso sí, esto incluye el gas descarbonizado (por ejemplo, el biogás vía residuos domésticos y agrícolas) y el hidrógeno renovable, y “en España tenéis muchísimo viento y sol para producir este último”, aunque también cree que primero se debe “crear un mercado del hidrógeno con normas homologadas en toda Europa”.

Destaca que Europa será el primer continente neutro en carbono en 2050 y reducirá sus emisiones un 50% en 2030, después de que “hayamos cambiado del carbón al gas más rápido de lo previsto, reduciendo las emisiones en 2020”

Respecto al gas, Simson ha subrayado que “Europa debe diversificar sus vías de suministro” y más teniendo en cuenta lo que pueda pasar entre Ucrania y Rusia, pues depende demasiado del gas ruso y “no se puede tener sólo un proveedor”, y las cantidades almacenadas están en mínimos históricos (en el entorno del 30%). Por eso, se están impulsando acuerdos con EEUU y Catar para el suministro de gas natural licuado y negociando con Azerbaiyán el suministro a través de un nuevo gasoducto y con Noruega. Claro que “para este invierno creo que estamos cubiertos”, ha añadido, destacando que España “tiene una posición muy ventajosa por sus acuerdos con Argelia y por tener “una red muy potente de terminales energéticas”.

Simson considera que también es momento de priorizar la eficiencia energética y que los consumidores piensen en los contratos que firman y en sus patrones de consumo. hasta ahora 22 Estados miembro han movilizado unos 23.000 millones de euros para paliar la subida de los precios energéticos, que “siguen altos y son los responsables de la mitad de la subida de la inflación en la eurozona”. Además, de cara a la movilidad, ha dado otro palito a Ribera al afirmar que en 2035 los nuevos coches deben ser eléctricos, pero esto no quiere decir que se prohíba la circulación de los de motores de combustión... recuerden que la española afirmó en julio de 2018 que “el diésel tiene los días contados”, aunque más tarde, en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética recogía la prohibición de nuevos coches con motores diésel a partir de 2040. 

Sobre los precios energéticos: “Siguen altos y son los responsables de la mitad de la subida de la inflación en la eurozona”