Xi Jinping, el gran miserable
Congreso del Partido Comunista chino. Xi Jinping será reelegido para un tercer mandato y se perpetúa como líder del país más poblado del mundo, con perdón de la India, país contra el, que, afortunadamente, se encuentra enfrentado. Se reduce el Comité Central del Partido Comunista Chino y lo hace alrededor de su persona. Es el nuevo Mao pero con más poder y más inteligencia que al sangriento Zedong.
Hay que detener el proceso de globalización y excluir de él a Pekín, hasta que los chinos no ofrezcan reciprocidad
En resumen, la mayor tiranía del mundo se dispone a convertirse en la primera potencia militar del globo. Ya dispone del ejército más numeroso, al que sólo se le podrá parar con armas nucleares, es decir, con una destrucción masiva.
Pero no sólo es eso: a ningún dictador le gusta la guerra porque la guerra es riesgo. Jinping pretende que el Occidente cristiano se rinda sin lucha. Y ojo, porque puede conseguirlo. Llevamos 25 años convirtiéndoles en la principal potencia económica del mundo. Les hemos abierto las puertas mientras ellos nos cerraban las de su mercado. Han destrozado nuestras economías y ahora estamos en sus manos, en demasiados sectores. Está claro que hay que detener el proceso de globalización y excluir de él a Pekín hasta que los chinos no ofrezcan reciprocidad.
Por de pronto, ya ha declarado que aspira a poseer el Ejército más poderoso del mundo y a conquistar Taiwan. Para la guerra continuará utilizando a su títere: Kim Jong-un
En resumen, el Congreso del Partido comunista: termina con un Xi Jinping convertido en el nuevo Mao y en el mayor miserable del mundo. Hay que detenerle.
Este mayor tirano del tiempo actual ha reforzado su triple poder: partido, gobierno y ejército. Y no olviden que Jinping es, además, el cristófobo más peligroso. Es el hombre que continúa castigando con torturas, cárcel, desapariciones y reeeducación, a todo lo que huela a católico y con el cinismo que le es propio: firma acuerdos con el Vaticano y continúa persiguiendo al clero y a los fieles a Roma.
Por de pronto, ya ha declarado que aspira a poseer el Ejército más poderoso del mundo y a conquistar Taiwan. Para la guerra continuará utilizando a su títere: Kim Jong-un. Al final, la III Guerra mundial, de carácter atómico, no tiene por qué empezar en Jerusalén sino en el Pacífico, frente a las costas de Corea.
Jinping consolida y presume de su venenoso proyecto "un país, dos sistemas": política comunista y economía capitalista
En el Congreso el miserable Jinping consolida y presume de su venenoso proyecto "un país, dos sistemas": política comunista y economía capitalista. Es decir, lo mejor de casa casa, para gente sin escrúpulos.
De postre, seguirán alentando la guerra de Europa entre Rusia y la Unión Europea en suelo ucraniano y, por supuesto, Xi Jinping jamás abandonará el cargo.