En Chile, una convención constitucional prepara una nueva Constitución que será votada en referéndum el próximo 4 de septiembre.

Como ha explicado Hispanidad, el borrador de la nueva Constitución chilena está basado en cinco grandes pilares: ideología de género, feminismo, indigenismo, comunismo y ambientalismo.

Religión en Libertad ha entrevistado al abogado chileno Maximiliano Pérez Cousiño, quien añade que con la nueva Carta Magna "no habría límite alguno para realizar un aborto". "Con este borrador quedarían sin efecto los supuestos que permiten actualmente el aborto, por ser innecesarios". "Por un lado, sorprende la ausencia de límites temporales para poder practicar un aborto, y por otro, la situación en la que quedan todos aquellos que decidan acogerse a la objeción de conciencia".

En este sentido, el abogado añade: "Un doctor o una enfermera no tendrían cómo acogerse a la objeción de conciencia, y podría ser forzados a practicar un aborto bajo la amenaza de perder su puesto, de multas, o de ingresar en prisión".

Por otra parte, en relación a la eutanasia, Pérez Cousiño destaca que el artículo 68 del borrador de la nueva Constitución establece que "toda persona tiene derecho a una muerte digna", y en el capítulo segundo, sobre derechos fundamentales y garantías, se afirma que la Constitución asegura "el derecho de las personas a tomar decisiones libres e informadas sobre sus cuidados y tratamientos al final de la vida". "Estos artículos, que blindan la eutanasia, lo que hacen, en mi opinión, es instaurar la cultura de la muerte, la pérdida de la dignidad de la persona y del valor de la vida".

Estos artículos, que blindan la eutanasia, lo que hacen, en mi opinión, es instaurar la cultura de la muerte, la pérdida de la dignidad de la persona y del valor de la vida

Este abogado chileno también confirma que la nueva Constitución recoge y promueve la ideología de género: "La 'igualdad de género' no se ciñe a igualdad entre hombres y mujeres, sino que, según el borrador, debe ampliarse para todo tipo de 'géneros', tanto en el ámbito púbico como en el privado. Se trata, por tanto, de un reconocimiento legal de la 'disidencia sexual', y por lo tanto de la ideología de género, a las que el Estado y la legislación chilena deberán adaptarse a partir de ahora".

Otra cuestión, no menor, vinculada a este tema, es la educación. En el artículo 35 de la propuesta de una nueva Constitución se establece que la educación "se rige por los principios de cooperación, no discriminación, inclusión, justicia, participación, solidaridad, interculturalidad, enfoque de género, pluralismo y los demás principios consagrados en esta Constitución".