Si hace unos días contábamos que la Conferencia Episcopal de Estados Unidos había denunciado que las leyes trans y abortistas de Biden atacaban directamente a los católicos y pretendían silenciar a la Iglesia. Ahora, según informa ACI prensa, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB) ha pedido al Congreso de Estados Unidos que “aproveche este momento” histórico tras la anulación del fallo Roe vs. Wade para aprobar legislaciones que defiendan la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

En un comunicado emitido esta semana por la Conferencia Episcopal estadounidense afirman que “La decisión de Dobbs presenta una oportunidad histórica para remodelar la sociedad para mejor. La injusticia del aborto ha aflojado su control sobre la Constitución de nuestra nación. Hacemos un llamado al Congreso para que aproveche este momento esperanzador uniéndose en torno a la dignidad de cada persona humana y el bien común”.

Y continúa “Eso comienza con reconocer que toda vida humana es un don inestimable de Dios con un derecho inalienable a la vida merecedor de plena protección legal”.

Finalmente, recordaron que es la doctrina social católica la que “muestra el camino hacia un lugar mejor, una sociedad caracterizada por la justicia, apoyo mutuo, civismo, amistad, misericordia y amor, y hacia donde debe conducirse el Congreso”

“También debemos reconocer que la familia, fundada sobre el amor y el don mutuo de marido y mujer, es el primer pilar de la sociedad, y que criar a los hijos es tanto un gran regalo como una responsabilidad de por vida”, añaden. Y aprovechan para volver a recordar que, desde la publicación del fallo judicial del Tribunal Supremo, no se han dejado de aceptar propuestas legislativas de la Administración Biden como Women’s Health Protection Act (Ley de Protección de la Salud de la Mujer), Respect for Marriage Act (Ley de Respeto al Matrimonio) y Right to Contraception Act (Ley del Derecho a la Anticoncepción): “Ese tipo de legislaciones no otorgan ningún valor a la vida de los niños hasta el momento de su nacimiento, separa el sexo y el matrimonio de su significado, promueve el uso de las personas como medios para lograr fines y despojaría del derecho a la objeción de conciencia a quienes se oponen a estas características de la cultura del descarte”.

En su defecto, proponen que se aprueben medidas que no sean dañinas para el bien común y que promuevan políticas de “salud, seguridad y apoyo de la familia”, y lamentan que este tipo de propuestas no sean aprobadas: “Desde Dobbs, demasiados en el Congreso han ignorado proyectos de ley que promoverían estos valiosos objetivos y se han centrado en cambio en proyectos de ley que los atacarían”, lamentaron.

Finalmente, recordaron que es la doctrina social católica la que “muestra el camino hacia un lugar mejor, una sociedad caracterizada por la justicia, apoyo mutuo, civismo, amistad, misericordia y amor, y hacia donde debe conducirse el Congreso”.