En Argentina, el nuevo presidente Javier Milei no tiene pelos en la lengua para hablar en contra de la ideología de género, una corriente perversa que difunde que cada persona puede elegir su género con independencia de su biología y atendiendo únicamente al deseo de la voluntad, lo cual, atenta contra la ley natural, porque todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer. Además, la ideología de género, difundida entre niños y adolescentes, puede lograr efectos devastadores, como se está viendo ya en muchos países occidentales.  

El presidente argentino ya lo hizo durante su reciente discurso en Davos: "Están dañando irreversiblemente a niños sanos mediante tratamientos hormonales y mutilaciones, como si un menor de cinco años pudiera prestar su consentimiento a semejante cosa. Y si ocurriera que su familia no está de acuerdo, siempre habrá agentes del Estado dispuestos a interceder en favor de lo que ellos llaman el interés del menor. Créanme que los escandalosos experimentos que hoy se realizan en nombre de esta ideología criminal serán condenados y comparados con aquellos ocurridos durante las épocas más oscuras de nuestra historia. Y cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia o transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo del que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices". 

Y, en la misma línea, su última declaración no tiene desperdicio: 

Pero de las palabras, Milei también pasa a los hechos y, siguiendo el ejemplo de su homólogo estadounidense Donald Trump, ha prohibido las cirugías de cambio de sexo en menores de edad, así como los traslados a cárceles femeninas de hombres biológicos que se autoperciben mujeres. Lo explicó el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, aduciendo las "devastadoras consecuencias" de las cirugías mutiladoras en menores de edad y para proteger "su integridad física y mental": 

Además de todo esto, el Gobierno argentino -al igual que hiciera poco antes EEUU- ha anunciado que se retira de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por las "profundas discrepancias" sobre la gestión de la pandemia de Covid-19 y para defender su "soberanía nacional" en temas sanitarios. 

Adorni lo explicó así: