A Alberto Fernández se le acusa de supuestas irregularidades en la contratación de seguros en organismos públicos, entre 2019, el año que fue elegido en las urnas, y 2023, cuando finalizó su mandato. La condena podría ser de hasta seis años de prisión, además de inhabilitación perpetua, la misma condena que a su vicepresidenta, Cristina Fernández, aunque a ella fue por adjudicaciones ilegales de obras viales.
Sea como fuere, el peor legado de los Fernández no es la corrupción ni la débil situación económica de Argentina, sino el haber aprobado el aborto, en diciembre de 2020. Curioso, porque el peronismo, incluso cuando Cristina Fernández fue presidenta, nunca antes había apoyado el asesinato de niños antes de nacer.
Si algo hicieron los Fernández en Argentina fue convertir el peronismo, un movimiento populista al tiempo que respetuoso con la vida del no nacido, en progre. “Puto y ladrón, queremos a Perón”, gritaban los peronistas en los años 50 del pasado siglo. ¡Cuánto hemos cambiado!












