Los majaderos del turbante han conseguido poner en ‘shock’ a Occidente, derrotado en Afganistán sin más disparos que los lanzados por los talibanes al aire para festejar la huida de las tropas occidentales.

Y es que Kabul es mucho más que Kabul, mucho más de lo que aparenta. La retirada ha sido un desastre.

El Estado islámico y Al Qaeda resucitan en Afganistán mientras sus terminales en Nigeria o Libia vuelven a asesinar

Por de pronto, ni la generación Biden, la del cinismo político, ha conseguido convertir la derrota vergonzante en orgullosa victoria. Ni Biden en USA ni Sánchez en España, que hablan de una operación exitosa mientras sus colaboradores intentan ocultar la expresión de bochorno mirando hacia Gibraltar.

Si Donald Trump duró una legislatura, tra su persecución por todo la progresía internacional, Joe Biden, el hombre de Nuevo Orden Mundial (NOM) a lo mejor no termina su primera legislatura.

Ni la generación Biden, la del cinismo político, no consigue convertir la derrota vergonzante en orgullosa victoria. Ni Biden en USA ni Sánchez en España

En el colmo de la cobardía, volvemos al síndrome turco: Europa y América pretenden ahora pagar a los países fronterizos con Afganistán para detener a los refugiados. Primero presumo de que no he dejado a nadie atrás y luego pago a países cuando menos sospechosos para que detengan, o sea, para maltraten, a los afganos pero que no les permitan llegar a Europa.

Naturalmente, los talibanes han tardado días en acoger al Estado islámico y Al Qaeda, quienes resucitan en Afganistán mientras sus terminales en Nigeria o Libia recuperan su febril entusiasmo por el asesinato, en especial de cruzados cristianos, O sea, de cristianos.

¡Grande eres, Joe!