Hechos: carta de un ministro marroquí a Núñez Feijóo para advertirle que, si no cambia la actitud del PP sobre el Sahara, es decir, que el PP secunde al PSOE a favor de los marroquíes y en contra de los saharauis, que se atenga a las consecuencias.
Al mismo tiempo, Rabat, ante el silencio doloso, retoma su campaña Guadiana para la liberación de Ceuta y Melilla, mientras no abre las aduanas de las dos plazas africanas. Aunque esto último podría resultar positivo, en caso de que el Gobierno español se tomara en serio el cierre total de los pasos entre Ceuta y Melilla, con Marruecos... además de militarizar las dos plazas africanas y remilitarizar Canarias, que es el siguiente objetivo de Marruecos.
En España, la manipulación por los sucesos de Torre Pacheco ha alcanzado cuotas nunca vistas. Si hemos de hacer caso a RTVE, La Sexta, etc. resulta que han sido ultras de Vox los que han ido a Torre Pacheco a golpear ancianos para luego poder hacer una foto de la víctimas y acusar a los marroquíes.
Y así, cuando Santiago Abascal, en una rueda de prensa, es preguntado por La Sexta si apoya la "cacería" de ultras en Torre Pacheco, le dice que él nunca ha dicho tal cosa... porque nunca lo ha dicho.
Lo más hermoso: un grupo marroquí, como todos ellos ligados a Mohamed VI, amenaza con volver a invadir el islote de Perejil. Y cuando una periodista le pregunta, por fin, a Borja Sémper, portavoz pepero, por la carta de Mohamed VI, RTVE le corta
Lo que dice Vox es que un ilegal debe ser deportado, como cualquiera que quiera violar las fronteras: ¿Eso resulta extraño?
Pero todo lo anterior no deja de ser el resultado de una política española encanallada, donde todo vale y resultado, también, de un país que vive en permanente guerra civil mientras se rinde sin luchar ante el extranjero. Y así, tenemos al PSOE más feminista de la historia, convertido en el gran defensor del islam que, como es sabido, es una religión que respeta muchísimo a la mujer.
Lo más hermoso: un grupo marroquí, como todos ellos ligados a Mohamed VI, amenaza con volver a invadir el islote de Perejil. Y cuando una periodista le pregunta, por fin, a Borja Sémper, portavoz del PP, por la carta de Mohamed VI, RTVE le corta.
Tenemos al PSOE más feminista de la historia, convertido en el gran defensor del islam que, como es sabido, es una religión que respeta muchísimo a la mujer
Marruecos amenaza a España... y ahora, de forma preventiva, al PP, antes de que llegue a La Moncloa.
De poco ha servido la rendición incondicional de Sánchez a Mohamed VI. Pero no deja de resultar curioso, porque, por primera vez, el Rey de Marruecos considera que Feijóo puede llegar a presidente.
Oiga, ¿y todo esto significa que vivimos en una situación prebélica entre Madrid y Rabat? Sí significa esto justamente, claro que hay una derrota mucho más innoble: no plantarle cara a tu enemigos y cederle todo.
Al fondo de la cuestión Torre Pacheco no están los ultras. Está la cultura islámica, a la que le molesta la debilidad y le aburre la misericordia. Recuerden: para un musulmán llamar padre a Dios es una blasfemia. Para un cristano es la raíz misma de su fe, un católico no puede vivir sin filiación divina.
Hay dos formas de perder las guerras: cuando te vence el enemigo o cuando ni tan siquiera te presentas en el campo de batalla. El segundo caso es el de España con Marruecos, en este caso, además, con la aportación de que nuestros mandos más parecen traidores al enemigo que generales.
La invasión marroquí de España ha comenzado en Torre Pacheco. Una invasión que no es militar sino social y propagandística. Recuerden los hechos: un anciano es golpeado salvajemente por un marroquì, simplemente para divertirse y presumir antes sus colegas, que le rieron la gracia. Porque a la cultura islámica le molesta la debilidad y le aburre la misericordia. Recuerden: para un musulmán llamar padre a Dios es una blasfemia. Para un cristano es la raíz misma de su fe.
Entonces surgen las lógicas protestas de españoles y entonces toda la España oficial se vuelca en defensa del agresor y en contra de los agredidos.
