La SAREB, controlada por el Gobierno, donará a la estatal SEPES 40.000 viviendas para alquiler social. Meditemos estas palabras, que la titular de Vivienda, Isabel Rodríguez, nos vende a lo Sánchez: para el PP la vivienda es un negocio, para nosotros es un derecho. ¿Comprenden? 

Y entonces, en ejercicio de ese derecho, yo, que tengo la mitad más una de las acciones del banco malo inmobilario, de la SAREB, decido, porque me da la real gana, donar 40.000 viviendas de mis activos a SEPES para que sean empleadas en alquiler barato para los necesitados y vulnerables. El 50 menos una lo tiene la banca.

Para entendernos, es como si usted y yo tuviéramos una panadería, usted con el 51 y yo con el 49%. Entonces, usted, contra mi opinión, decide donar al vecino el horno donde hacemos el pan. Insisto: no vender, sino regalar.

Esto es exactamente lo mismo: la banca ha montado en cólera pero de nada le ha servido, Además, a ver quién es el guapo que se enfrenta al Gobierno, a un gobierno solidario y filantrópico, además.

Al tiempo, decidió construir otras 55.000 -y esto sí que está bien- dedicadas, asimismo, al alquiler barato.

El banco malo, donde se insertaron los inmuebles y el suelo producto de impagos bancarios durante la última crisis, fue otra fórmula de afrontar la crisis bancaria que no se pudo gestionar peor . El BBVA de Francisco González (FG) ya se olió la tostada así que, con gran enfado del Gobierno, se negoció a participar en el capital, Santander y Caixabank, sí que lo hicieron.

Y es que, en cuanto invocas los derechos, interminables derechos progresistas, ya puedes cometer cualquier tropelía, por ejemplo robarle 20.000 euros a la banca y donárselo a tu vecino; de una empresa controlada por el Gobierno a otra directamente estatal. Todo sea por una buena causa.