El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido preguntado en Eslovenia por si le preocupa que el caso de los pagos que habría hecho el Fútbol Club Barcelona al exvicepresidente de los árbitros José María Enríquez Negreira, pueda dañar la imagen internacional de España.

Sánchez ha respondido: "Vamos a esperar a que los órganos encargados de la buena gobernanza de la Liga española aclaren la situación que estamos conociendo, por desgracia, a través de los medios de comunicación”. 

Ese ‘por desgracia’ cabe ser interpretado de dos maneras: que es una desgracia que nos enteremos por los medios de comunicación. O que es una ‘desgracia’ este caso en sí. 

Respecto a las diferencias entre el Partido Socialista y su socio, Unidas Podemos, respecto a la reforma del 'solo sí es sí', el jefe del Ejecutivo ha afirmado: “Pese a las discrepancias, que efectivamente las hay en esta cuestión, lo importante es reivindicar todo lo hecho, que ha sido mucho y muy importante por el Gobierno de coalición progresista”. Aunque ha añadido que “mantener el consentimiento en el corazón de la ley es perfectamente compatible con resolver la alarma social generada”. 

Sánchez ha apostado por "reivindicar y reconocer lo hecho y lo que nos queda por hacer en el Gobierno de coalición progresista”.

Sobre la guerra de Ucrania, ha subrayado que es "importante no ser equidistante entre el agresor y el agredido". En este caso, hay un agresor, que es Rusia, y un agredido, Ucrania, y "nosotros estamos con el agredido”. "Si nosotros nunca hemos querido la guerra, cómo no vamos a apostar por la paz”. En este sentido, ha defendido la importancia de que "entre todos logremos encontrar muchos más aliados a la propuesta para la paz de Zelenski”. Asimismo, también ha advertido de la necesidad de mantener la unidad entre los países europeos y no olvidar que el origen de la guerra "es puro imperialismo", algo que "por desgracia hemos vivido en otros momentos de la historia" y que las sociedades democráticas no pueden aceptar.