El Presidente del Gobierno, y la ministra de defensa han sido espiados (Declaración de D. Félix Bolaños)

Cuando era joven y había sesiones de cine “dobles”, y las películas eran de James Bond, o del “espía que surgió del frio”; decíamos vamos a ver una de espías. ¡Qué tiempos aquellos!

Cuando pase más años, los que son más jóvenes y están viviendo estos tiempos, también dirán: ¡Qué tiempos aquellos! Porque ahora ellos no viven películas, sino realidades y el espionaje, ya no es tal, pues se conoce todo y de todos al momento. ¡Qué tiempos estos!

Pero vivimos en una época y tiempo, en que la mentira, la difamación, el deshonor, están de moda entre los que nos gobiernan, o podríamos decir nos desgobiernan. Y así nos encontramos en que, con las nuevas tecnologías y la incompetencia manifiesta de quienes nos debían proteger, y no saben ni siquiera protegerse ellos: un presidente de gobierno, una ministra de defensa o de asuntos exteriores, son espiados y por tanto vulnerables. Y en consecuencia la nación o el estado correspondiente queda inerme ante quien quiera atacarlo, o lo que es peor, chantajearlo.

¿Y quién tiene la culpa de ello? Pues en primer lugar los espiados, por no utilizar adecuadamente los instrumentos tecnológicos que están en sus manos. Por no darse cuenta que “lo de las redes sociales”, mientras no se distinga entre lo malo y lo bueno, y se proteja esto último, como el mal es más extensible que el bien, son y serán letales. Y que con la telefonía actual, no hay líneas seguras.

Se pueden después buscar otros culpables, pero en tema tan sensible, el daño hecho es de tal entidad, que no bastará un chivo expiatorio, para cerrar la herida. Solo cuando los que han  sido espiados, por ocupar los altos cargos que ocupan no sean desalojados de ellos.

En consecuencia, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez Pérez–Castejón: ha quedado expuesto con una vulnerabilidad inasumible, ya que si no está siendo chantajeado, lo puede estar. Deberá dejar el cargo por el bien de la Nación, ya que ésta a su vez será, si no está siendo ya, chantajeada a través suyo. Y por tanto, todos los españoles.

Puede y debe dimitir sin demora, y que otro socialista termine la legislatura, o si lo prefiere, someterse al pueblo soberano, no a las Cortes, donde hay personas en su misma situación, que además sostienen su gobierno. Es decir, debe convocar Elecciones Generales.

Si no lo hiciere, surgirán preguntas: ¿Le está chantajeando Marruecos? ¿O lo está haciendo Moscú? ¿O el propio Estados Unidos? ¿O acaso Francia? O…. Y por toda su gestión mientras ha estado al frente del gobierno, se le demandará con el rigor que no se hizo con Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero. Y esto no es una profecía, sino lo que debe suceder para curar a España del daño realizado, por acción, o por omisión.