El lunes 27, los agentes sociales -me encanta esta denominación: agentes sociales- llegaron al acuerdo de prorrogar los ertes hasta el 28 de febrero. No lo duden: llegaremos al erte permanente. De hecho, Pedro Sánchez ya lo ha anunciado y vendido como un gran logro social lo que no es otra cosa que una subvención pública pagada con el dinero de nuestros impuestos.

Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros del martes 28 aumenta el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) desde los 950 hasta los 965 euros mensuales: ¡qué exceso!

Los engaños reiterados hay que denunciarlos reiteradamente: es bueno subir el salario mínimo y más de 15 euros… pero no subir los impuestos que lo acompañan

Es decir, más impuestos, más subvenciones, más voto cautivo. Un buen resumen del Sanchismo.

Ahora bien, el Gobierno sube el salario mínimo y subvenciona a las empresas mediante los ertes. Tenemos, por tanto, una política asfixiante en impuestos contra la parte social productiva y una economía subvencionada que dispara el gasto para los no productivos.

Tiene que ganar el trabajador, tiene que ganar el empresario… y tiene que perder el Estado

Y aquí hay que parar mientes porque los engaños reiterados hay que denunciarlos reiteradamente: es bueno subir el salario mínimo y más de 15 euros… pero no subir los impuestos que acompañan a ese salario mínimo. Habrá que recordarlo una y otra vez.

Porque, ojo, la ecuación virtuosa es esta: tiene que ganar el trabajador, tiene que ganar el empresario… y tiene que perder el Estado, que no es otra cosa que la obra del Gobierno: hay que suprimir las cuotas sociales del salario mínimo.

La economía subvencionada no sólo implica voto cautivo y democracia pervertida: implica el expolio de la sociedad más productiva

Recuerden que la economía subvencionada no sólo implica voto cautivo y democracia pervertida: implica el expolio de la sociedad más productiva y la condena a la crisis permanente: no es una panorama agradable.