Una provocación de 3 meses de duración: maniobras militares de Mohamed VI frente a las costas canarias. Ridículo contemplar a nuestro canciller, José Manuel Albares Bueno, pronunciando las tontunas habituales: no es de ahora, esto siempre ha ocurrido, Rabat es un país amigo... etc, etc, etc.

España representa, una vez más, la avanzadilla de Europa, ante el mundo islámico, al que ya detuvimos en la Reconquista de Europa Occidental y en el Mediterráneo oriental, en particular en Lepanto. Pero claro, ahora mismo, pertenecemos a una civilización europea decadente "donde se mezclan las culturas y se hunden las morales".

Por supuesto que no nos gusta el islam pero los europeos hemos abandonado nuestra propia cultura cristiana, hemos renunciado a la alternativa. Por eso Marruecos vence a España. Su invasión es  pacífica, pero en breve será algo más que pacífica y, en cualquier caso, será doble: ya tienen en España 750.000 seguidores de Mohamed VI dispuestos a rendir pleitesía a su Señor. Son un gueto que España tiene en sus tripas como los tiene Francia en las suyas y ya han conquistado las barriadas de París. Y la armada marroquí hace maniobras militares frene a Canarias por sus primeras reivindicaciones territoriales, ya ni lo ocultan: Ceuta, Melilla y Canarias.

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En el entretanto, Albares sigue hablando de nuestro amigos marroquíes. La verdad es que son más que amigos, son hermanos... porque a los amigos los elige uno.