Irene Montero aprovechó su desplazamiento a Santiago de Chile con motivo de la investidura del nuevo presidente, para hacer política internacional. «Tenemos un consenso todos los demócratas, no sólo del Gobierno, de que hay que pararle los pies a Putin y de que tenemos que ser capaces de desplegar medidas eficaces de apoyo y de solidaridad con el pueblo ucraniano», afirmó la ministra.

Según El Debate, es una pretensión complicada dada su pertenencia al Grupo de Puebla, un lobby que agrupa a la izquierda iberoamericana, y que recién iniciada la invasión rusa de Ucrania lanzó un comunicado pacifista. En el mismo instaba a «abandonar la vía militar» a todas las partes -también a EE.UU. y Unión Europea- y no sólo a Rusia, quien en esos momentos era la única utilizando armas para masacrar el país vecino. Todo ello, por el bien del «equilibrio geoestratégico militar entre Europa y Asia».

Para variar, Irene propone pero no concluye. La ministra de Igualdad no nos dice qué medidas habría que tomar para detener a Putin... ¿o bastará con aplicar a la guerra la perspectiva de género?

La titular de Igualdad ha aprovechado su visita a Chile para compartir con el país lo afortunados que son de contar con un Gobierno feminista que será, como en España, lo mejor que les pasará a los ciudadanos.